Elena Bermejo
Profesora de la Facultad de Enfermería
Cuando hablamos de la disponibilidad de recursos no podemos solo referirnos a aquellos a nivel individual, sino que, debemos prestar especial atención a todos aquellos a nivel social, familiar y comunitario, que complementen estos primeros y nos den fuerza y empuje para nadar hacia el bienestar. Es crucial, por tanto, asegurar la disponibilidad de estos activos de salud bajo una mirada de equidad, en la que aseguremos la igualdad de oportunidades y la accesibilidad de todas las personas a poder hacer uso de ellos. De poco, o muy poco, sirve que ofrezcamos servicios sanitarios orientados a la ayuda psicológica en la población, si los propios barrios no ofrecen recursos donde la persona pueda desenvolverse en su vida diaria dentro de un entorno inclusivo, seguro y comprometido con su bienestar mental.
Crear las condiciones favorables para el bienestar mental. La promoción de la salud mental es crear las condiciones favorables y garantizar los recursos de salud para que se pueda dar el bienestar mental. Para todas las personas, independientemente del lugar del río en el que se encuentre en un momento dado, o de si son jóvenes o mayores, o tienen un problema de salud física o mental. Cuando nos enfocamos en los niveles de bienestar, sabemos que incluso aquellas personas que sufren una enfermedad mental pueden experimentar bienestar de muchas otras formas, y a su vez contribuir al mismo tiempo a reducir sus síntomas, fomentar su recuperación, e incluso, ahorrar grandes costes sociosanitarios.
Tenemos derecho a crecer en bienestar, en comunidades inclusivas y enriquecedoras.
Por esta razón, se hace imprescindible que conozcamos a fondo nuestro contexto, los recursos que ofrece o no nuestra comunidad, nuestros vínculos y nuestros recursos personales (inteligencia emocional, autocuidado, sentido de coherencia, red de apoyo social, espiritualidad, proyecto de vida, etc.). Para que, desde ahí identifiquemos y comprendamos con qué factores protectores y de riesgo contamos para hacer frente a los estresores vitales que, sin duda, en un momento u otro, a todas las personas nos tocará enfrentar.
Como el lema de hoy nos invita a reflexionar, tenemos derecho a crecer en bienestar, en comunidades inclusivas, enriquecedoras, y ser capaces de empoderar a las personas desde la tan valiosa infancia, para que avancen hacia el extremo superior del río. Será desde ahí desde donde podremos nadar en calma y ser verdaderamente innovadores, creativos, altruistas, productivos y resilientes. Pero, para lograrlo, necesitamos abogar por la promoción de la salud mental dentro de la salud pública, por la aplicación de la salud mental en todas las políticas y por una clara acción intersectorial para su promoción.
Un compromiso desde la enfermería por la salud mental comunitaria. La enfermería en general, y de salud mental en particular, tiene una clara responsabilidad en materia de promoción de la salud mental. Es por ello que, como enfermera de salud mental, investigadora y docente, guardo un fuerte compromiso personal y profesional con este enfoque.