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El temor a ser movilizados por Rusia y el miedo a que el Kremlin cierre las fronteras ha provocado que miles de rusos en edad militar crucen hacia Georgia porque ninguno quiere luchar en la guerra del presidente Vladímir Putin en Ucrania, según jóvenes renegados.
“Hice el servicio militar y puedo ser movilizado para luchar contra Ucrania, pero yo no quiero eso. ¿Para qué o para quién lo tengo que hacer?”, afirmó Viacheslav, de 33 años, tras cruzar el paso fronterizo.
El hombre, oriundo del balneario ruso de Sochi, en el mar Negro, confiesa que ha dejado en casa a su mujer y su hijo. “Intentaré traerlos a Georgia cuanto antes, pero primero tengo que empezar a trabajar y alquilar un apartamento”, explicó.
10 mil hombres cruzan la frontera al día.
Según el ministro georgiano del Interior, Vajtang Gomelauri, actualmente entran al país caucásico 10 mil rusos al día, lo que supone entre un 40 o 45 por ciento más que antes del 21 de septiembre, cuando Putin decretó la movilización parcial.
Viacheslav es un informático y puede trabajar a distancia, por lo que espera poder reanudar su actividad laboral a la mayor brevedad.
Largo camino
La ruta a Georgia es larga pese a su proximidad con Rusia; por ejemplo, Viacheslav tardó tres días, aunque habitualmente el trayecto es tres veces más corto.
La mitad del camino debe hacerse a pie, pues hay una cola grande de vehículos, y según las estadísticas oficiales, ayer la cantidad de automóviles en el área superaba los 5500.
Viacheslav dijo que centenares de personas optan estos días por hacer el camino hacia la frontera a pie y la mayoría de ellos son hombres en edad militar.