Jacobo Isai Soto
El proceso económico se inicia con oferta y demanda. Así comenzamos a comprender cómo el libre mercado establece los precios acordes al movimiento de las necesidades y ofrecimientos.
De esta forma cuando se invierte en negocios se debe basar en ello; en este punto, surgen preguntas como ¿cuál es la fórmula para que el dinero rinda más?, ¿cómo obtener mayores ganancias? o la pregunta del millón ¿cómo generar riqueza de la nada? En el mundo de los negocios, el emprendedor o empresario que actúa y ejecuta más rápido es el ganador.
La diferencia se reflejará en la forma que se utilizan las estrategias para el avance del plan de negocios, tomando en cuenta estas premisas, se logrará asimilar que las finanzas personales se determinarán por los activos y los pasivos que se poseen. Este juego es importante si el objetivo es acumular y que esto sea sostenible. En el mundo actual, existen dos caminos, utilizar el dinero de otros y trabajarlo a beneficio propio o ahorrar durante un tiempo y luego invertir ese dinero para que este trabaje para nosotros.
Este juego es importante si el objetivo es acumular.
Ahora bien, el sistema financiero está blindado de manera que quien tiene dinero es candidato a un crédito y el que no lo tiene, pues simplemente está vetado del sistema. La clave está en generar flujo de efectivo a baja escala con el fin de generar ganancias, al momento en que los movimientos aumenten, también lo harán las utilidades, y este fenómeno posiciona cualquier negocio o emprendedor en la mira del sistema financiero. Iniciar con un capital base, por mínimo que sea, si se maneja responsablemente, puede ser una ventana a la libertad financiera. Pero ¿qué es la libertad financiera? a criterio personal, es mantener un equilibrio entre pasivos y activos; es decir, entre egresos e ingresos, de manera que, paulatinamente los ingresos superen a los gastos.
Por ejemplo, optamos por una tarjeta de crédito al 4 por ciento mensual, tomamos esto como un capital inicial, la meta será conseguir un 10 por ciento de ganancias sobre la inversión que se haga, lo que se traduce en una utilidad bruta del 6 por ciento.
Pero, es relevante tomar en cuenta que, si el pago se hará de contado al llegar la fecha de pago, llegado el corte el interés podría ser de 0 por ciento, esto es parte del juego, en donde se pudo aprovechar el sistema financiero a beneficio personal, se obtuvo un 10 por ciento de ganancia sin necesidad de usar recursos propios, utilizamos el dinero de otros; en este caso, de la entidad bancaria.
Depende de cada persona cómo maneja sus finanzas, pero con este ejemplo se pudo enfatizar el uso adecuado de los recursos financieros y que estos devuelvan con creces la inversión inicial. Un crédito al 24 por ciento anual, por ejemplo, se traduce en 2 por ciento mensual.
Quiere decir que, si se logra generar una ganancia mensual de un 4 por ciento sobre el monto del crédito, al finalizar el año ya estaríamos ganando 2 por ciento sobre ese capital. El juego del dinero sí existe y depende de cada uno encontrar la forma de superarse. Las fichas están puestas en el juego, continuaremos esperando la oportunidad o hacemos la diferencia hoy; comenzar a crear una vida mejor, o quedarse esperando.