Ricardo Fernández Gracia
Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro Universidad de Navarra
De la capital de la Ribera salió para su tierra natal para fundar el colegio de México, el primer centro educativo de carácter formal para la mujer en Hispanoamérica y, a su vez, centro de expansión por otros países. A nivel de cofradías, hemos de reseñar la única compuesta exclusivamente por mujeres en la localidad de Lesaca, en honor de San Francisco Javier, que se constituyó, formalmente, en 1720, aunque con anterioridad existía de manera no oficial. En un contexto nada fácil para el desarrollo de las artes, como fue el siglo XIX, destacaremos a algunas mujeres que sufragaron obras destacadas. La imagen de San Benito del retablo mayor de las Benedictinas de Estella, hoy en el monasterio de Leire, obra de Tomás Llovet, 1820, fue sufragada por doña Josefa Galbán y Alonso, natural de Peralta. Marcelina Bisié en Corella, al fallecer en 1881, dejó su fortuna para hacer las torres de San Miguel, los órganos de las dos parroquias y otras destacadas obras artísticas. A fines de siglo María del Carmen Aragón-Azlor, duquesa de Villahermosa, promovió la restauración del Castillo de Javier, construcción del colegio, así como su amueblamiento con una rica colección pictórica (1891-1904).
En cuanto al coleccionismo, prácticamente inexistente en siglos anteriores si exceptuamos al canónigo navarro Juan Miguel Mortela, destacará hasta la segunda mitad del siglo XX, Mª Josefa Huarte, quien reunió una importante colección de arte contemporáneo, que fue el origen del Museo Universidad de Navarra. Del mismo modo llegará el momento de las mujeres artistas y músicas, que serán objeto de varias entregas. Hasta el siglo XX los nombres de alguna pintora, bordadora, intérprete o contadas compositoras fueron excepciones. Pero los nuevos contextos de aprendizaje y la apertura a las mujeres de academias y facultades hicieron que algunas hayan destacado, brillantemente, en las artes y las letras.