El talento y el acierto del noruego Erling Haaland y el portugués Bernardo Silva frenaron la euforia del Newcastle en St. James Park y evitaron la primera derrota de la temporada del Manchester City, contra las cuerdas hasta la irrupción definitiva de Kevin De Bruyne. El City se volcó sobre el área local ante un adversario al que ya le pesaban las piernas. El Manchester City fue incapaz de desnivelar el choque. El Newcastle resistió y consiguió su premio. El encuentro finalizó 3-3 entre ciudadanos y urracas.