La participación del presidente Alejandro Giammattei en la presentación del plan de trabajo del nuevo jefe de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), José Alejandro Córdova, refleja la importancia y respaldo que la defensa de esas garantías constitucionales implica para el Gobierno.
La presencia del mandatario, así como la de las presidentas del Congreso y de la Corte de Constitucionalidad (CC), Shirley Rivera y Dina Ochoa, respectivamente, permitirán al nuevo magistrado de conciencia iniciar su gestión como debe ser: con el apoyo de todos los sectores sociales y de organismos nacionales e internacionales.
Guatemala es un país cuya democracia y libertades individuales y colectivas son reconocidas internacionalmente. La independencia que prima entre los Organismos de Estado también es un elemento que garantiza la correcta aplicación de la justicia y del Estado de Derecho, elementos ineludibles para impulsar el desarrollo social.
Los compromisos asumidos por el nuevo jefe de la PDH abonan a la concepción de construir la nación justa, incluyente y próspera que todos deseamos.
Oír al magistrado de conciencia afirmar que fortalecerá la institucionalidad de la PDH y que priorizará la defensa de los derechos de víctimas y testigos es un signo de esperanza en la búsqueda de superar la percepción de que institucionalmente la mayoría de guatemaltecos ha estado desprotegido y desatendido en la materia.
El reto que afronta el procurador Córdova es muy grande, sobre todo porque se le requerirán resultados inmediatos, los cuales serán juzgados por diversos prismas, pero es evidente que el funcionario y su equipo de trabajo no estarán solos, lo cual es un excelente comienzo.
Finalmente, valga decir que la defensa y respeto de los derechos humanos es una responsabilidad de todos, aunque precisa de una cabeza que guíe y ponga el ejemplo, tareas para las cuales Córdova ha dado muestras de que las tiene.