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Redacción Deportes EFE
La llegada a Old Trafford del excentrocampista del Real Madrid es un aliciente nuevo para la afición de Manchester, una ilusión para un público que no ha visto más que malas noticias para su equipo en los últimos tiempos y que necesita motivación. Dio suerte al conjunto del holandés Erik Ten Hag, que realizó su mejor partido de la época reciente al ganar con el Manchester United por 2-1 al Liverpool.
Lo hizo sin Cristiano Ronaldo, suplente y solo presente desde el minuto 85, cuando el partido se reabrió con el gol de Mohamed Salah y el Liverpool arrinconó al Manchester, insospechado colista de la clasificación después de las sonrojantes derrotas contra el Brighton y el Brentfor.
En el momento oportuno, el United aprovechó la visita de su máximo rival para despegar y trasladar las dudas a su adversario.
Pero el United le puso fin a la racha a lo grande, con una gran motivación y guiado por todo el talento que parecía oculto. Fue Elanga quien se quedó solo por la izquierda y envió la pelota al corazón del área. Allí estaba Jadon Sancho que desplegó todo su talento para finalizar a la perfección. Detuvo el balón y James Milner cayó al suelo por los amagos del atacante. Virgil Van Dijk no reaccionó y el jugador local tiró colocado hacia la red.
No había noticias del Liverpool. Mohamed Salah estaba desaparecido. También Luis Díaz y a Roberto Firmino no le llegaba el balón. Una falta lateral de Christian Eriksen pudo suponer el segundo de los locales, pero Alisson estuvo atento.
Eso cambió el panorama. El Liverpool creció y el United sufrió. Ten Hag recurrió a Cristiano Ronaldo, que salió en el 85 junto a Aaron Wan-Bissaka y Donny Dan de Beek para contener el empuje a la desesperada de los visitantes y rematar la faena por cualquier espacio.
Le fue bien. Contuvo el empuje y amarró el triunfo. El Manchester United respiró y el Liverpool se hunde.