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Alrededor de 230 viajeros se embarcaron ayer en el primer vuelo rumbo a la remota Isla de Pascua, tras más de dos años de cierre por la pandemia del Covid-19.
Casi cuatro horas esperaron algunos de los turistas en el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez, de Santiago, para poder subir al avión e iniciar el ansiado viaje, para el que tuvieron que cumplir protocolos sanitarios.
Situada a 3500 kilómetros de las costas de Chile continental, la Isla de Pascua, cuyo nombre original es Rapa Nui, cerró su acceso al turismo en marzo de 2020, poco después de registrarse los primeros casos de Covid-19 en ese país.
Desde entonces, dejó de recibir a los habituales más de 100 mil visitantes al año y perdió su principal fuente de ingresos, el turismo, del que vivía más del 70 por ciento de la población.
Durante agosto recibirá dos vuelos semanales con alrededor de 300 viajeros, un tercio de la capacidad normal previa a la pandemia, que deberán contar con el esquema de vacunación completo contra el Covid-19, con una última dosis administrada en los últimos seis meses y un examen PCR negativo, entre otros requisitos.
La reapertura será gradual, comenzando este mes con 2500 camas en dependencias hoteleras (un aforo inferior al 50 por ciento), y solo 11 de los 24 lugares turísticos en funcionamiento.