Poco más de un ciclo olímpico ha pasado desde aquel lejano 20 de enero de 2017, cuando la gimnasta Ana Sofía Gómez, quien participó en dos de estas justas (Londres 2012 y Brasil 2016) y fue medallista panamericana en Toronto 2015, oficializó su retiro como deportista.
“La verdad es que fue una decisión difícil retirarme del deporte, pero considero que se están dando y viendo los triunfos de mi iniciativa. Consideré que era momento de decir adiós a la gimnasia, pero de seguir con el legado dentro de esta, ya no como atleta, sino como entrenadora, y me siento muy satisfecha ayudando a crecer nuevos talentos y, sobre todo, ser inspiración para las niñas, ya que tienen como entrenadora a una deportista olímpica, y qué mejor que darles consejos directos a esas atletas para que se esfuercen y, sobre todo, busquen mejorar los resultados de su entrenadora”, habló Gómez durante un campeonato de gimnasia, en el cual supervisaba a sus alumnas.
La exgimnasta olímpica subrayó para sus alumnas que “lo más importante es aprender a ganar y perder, y si se pierde, pues analizar en qué estoy fallando, cómo puedo mejorar, qué puedo hacer para ser mejor atleta, y creo que lo más importante es ser disciplinada, pues con ello todo se puede lograr; lo más importante es tener pasión por el deporte que practico, que me guste la disciplina en la cual me desarrollo y que tengan unos papás que las quieran apoyar. No es fácil combinar estudios con deportes, pero si se tienen unos padres de familia que apoyen a sus niñas, pueden tener muy buenos resultados”.
“Considero que todos los que hemos sido atletas de alto rendimiento deberíamos devolverle eso a nuestro país, inspirar a nuevas generaciones; me sentía con la tarea de aceptar este reto. Tenía miedo de no saber si podía ser o no buena entrenadora, porque ser buen atleta no te hace ser un buen adiestrador y no es fácil enseñar. No es lo mismo practicarlo que enseñarlo, pero, gracias a Dios, Él me dio el talento para eso también. Pienso que al final fue una buena decisión, y repito que todos los atletas de alto rendimiento deberíamos devolverle eso a nuestro país”, fue lo expresado por Ana Sofía, al preguntarle por qué tomó la decisión de ser entrenadora.
Añadió que su meta a corto plazo es seleccionar a muchas niñas con talento, con mucho rendimiento; a mediano plazo es hacer que ellas perduren dentro del deporte y a largo plazo, que su sueño es acompañar a Guatemala en competencias como en las que ella participó cuando era gimnasta.