sábado , 23 noviembre 2024
Inicio Genialidad de los apodos guatemaltecos Camayaya

Genialidad de los apodos guatemaltecos Camayaya

Tatita, Bocina, Doña Jujo, Mosco, Osumulsión, Caralampio, Retumbo, Don Tecolote, Mediavida, Chico Perico, Calafate, Pichoy, Pata de buey y Tamalito, son tan solo algunos de los apelativos que recopila el libro Genialidad de los apodos guatemaltecos Camayaya, del comunicador social Veri Gramajo Hernández Chaleco.

Durante un trabajo de siete años, entre dudas, pausas, pero con perseverancia, publicó en 2017 el resultado de investigaciones, entrevistas y visitas a las comunidades del país.

En el texto relata la historia de los motes de los presidentes de Guatemala y otros personajes famosos como: Rafael Carrera y Turcios, Raca Raca; José María Orellana, Rapadura; Jorge Ubico, el 5; Enrique Peralta Azurdia, el Pollino; Celso Lara Figueroa, Mosca Blanca; Concepción Ramírez, Doña Chonita; Miguel Ángel Asturias Rosales, el Moya; Marco Antonio Flores, el Bolo Flores, y Rafael Hernández Salguero, Velorio, entre otros. Además, en una sección ordenada alfabéticamente por departamento, Veri incluyó más alias de guatemaltecos.

“Los apodos guatemaltecos son parte del lenguaje florido que está en la imaginación, ingenio y habilidad del habla popular de los chapines, que encierra diferentes connotaciones, simbolismos y anécdotas.” Veri Gramajo

“Este es un libro que tiene una característica peculiar. Se puede definir como una investigación sobre un fenómeno social. Es un texto que aborda la costumbre de apodar o poner apodos, como lo hacemos los pueblos latinoamericanos. Nos encanta sobre nombrar las cosas y también a las personas”, escribió el semiólogo Ramiro MacDonald Mac.

Su origen

Existen dos versiones sobre el origen de Camayaya; sin embargo, los antigüeños aseguran que surgió durante una noche cuando Julio Roberto Roldán jugaba chamusca callejera y era hora de irse a dormir. Su abuela lo había llamado reiteradamente y no hacía caso; entonces, en determinado momento, palmeó sus manos y gritó: “¡Roberto, a la cama ya, ya! Y esta frase se transformó con el tiempo en Camayaya, que dice él no cambiaría o se lo quitaría.

¿Dónde adquirirlo?
En las principales librerías del país o directamente
al 3759-4855.

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“Los apodos guatemaltecos son parte del lenguaje florido que está en la imaginación, ingenio y habilidad del habla popular de los chapines, que encierra diferentes connotaciones, simbolismos y anécdotas.” Veri Gramajo

“Este es un libro que tiene una característica peculiar. Se puede definir como una investigación sobre un fenómeno social. Es un texto que aborda la costumbre de apodar o poner apodos, como lo hacemos los pueblos latinoamericanos. Nos encanta sobre nombrar las cosas y también a las personas”, escribió el semiólogo Ramiro MacDonald Mac.

Su origen

Existen dos versiones sobre el origen de Camayaya; sin embargo, los antigüeños aseguran que surgió durante una noche cuando Julio Roberto Roldán jugaba chamusca callejera y era hora de irse a dormir. Su abuela lo había llamado reiteradamente y no hacía caso; entonces, en determinado momento, palmeó sus manos y gritó: “¡Roberto, a la cama ya, ya! Y esta frase se transformó con el tiempo en Camayaya, que dice él no cambiaría o se lo quitaría.

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