Gerardo Castillo Ceballos
Profesor de la Facultad de Educación y Psicología
La Lomloe está agravando el preocupante índice de fracaso escolar en nuestro país. Necesitamos volver a la cultura del esfuerzo. Larry Bird, gran jugador de la NBA, lo explicó así: “Es curioso, cuanto más entrenamos, más suerte tenemos”.
La nueva asignatura obligatoria y supuestamente formativa que introduce la Lomloe desde primaria, Educación en valores cívicos y éticos, se hace en detrimento de la anterior, que era Ética, y de la asignatura de Religión. Es el equivalente a la Educación para la Ciudadanía de la Lomce, con la misma carga ideológica y finalidad de adoctrinamiento.
Además, confunde valores con nociones y deseos sobre cuestiones alejadas de la experiencia del escolar. Por ejemplo, “la sostenibilidad del entorno o la comprensión del marco social de convivencia”. ¿En ese contexto podrá surgir otro Nadal?
Padres y profesores deben presentar el esfuerzo como algo positivo.
Padres y profesores deben presentar el esfuerzo como algo positivo. Por ejemplo: lo natural es esforzarse; lo que vale es lo que cuesta; la vida es problema y la lucha es la condición esencial del éxito; la mayor de las satisfacciones es el descanso merecido. Para Eugenio D´Ors, “no hay educación ni humanismo sin la exaltación del esfuerzo, de la tensión en cada hora y en cada minuto”.
Por eso propuso “rehabilitar el valor del esfuerzo”. Una enseñanza de calidad debe estar basada en los conceptos nucleares de esfuerzo, mérito y contenidos.
Los valores morales son aquellas cualidades que nos atraen, nos sacan de nuestra indiferencia y transforman nuestra vida.
Pero para que surjan y se desarrollen es necesaria la complicidad entre educador y educando y un ambiente de amor incondicional y de convivencia continuada. Este es precisamente el ámbito familiar, donde los valores se transmiten como por ósmosis.