Guillermo Monsanto
La sala de Eloy Amado, en conmemoración del primer centenario de la fundación de la Universidad Popular de Guatemala, presenta una exposición colectiva conformada por trabajos de creadores de la “Generación del 40” y artistas formados en el marco de la Revolución de Octubre de 1944. Colección gráfica, en su gran mayoría, que pondera el vínculo que tenían aquellos
protagonistas con el estampado.
El primer grupo lo integran los grabados de Dagoberto Vásquez (de quien también se conmemora, durante todo el 2022, su primer centenario de nacimiento), Guillermo Grajeda Mena, Juan Antonio Franco y Max Saravia Gual, a quienes se suma un acrílico sobre papel de Roberto González Goyri y un pequeño óleo de Rina Lazo. Todos ellos, con obra pública relevante. Lazo, por su lado, desarrolló una brillante carrera plástica en México siendo una figura visible del muralismo de aquel país.
Roberto Ossaye fue considerado un artista de pincel privilegiado. La muerte le sorprendió, a los 27 años, en 1954. Aunque no llegó a realizar ningún mural, dejó varios proyectos. De él se localizó una pequeña xilografía que, como la de Rodolfo Marsicovétere y Durán, pueden considerarse como dos de las tres rarezas de la muestra. El de Marsicovétere, sorprendentemente, es el retrato de Benito Mussolini. La tercera, el retrato de Árbenz, es una serigrafía realizada por Adolfo Nathan.
Estos artistas fueron parte de un movimiento intelectual revolucionario.
De la etapa de París hay una representación modernista realizada por Adalberto de León Soto. Este artista falleció por suicidio en 1957 en Francia. Su labor en el presente es poco conocida, pero pueden localizarse algunas piezas en colecciones nacionales, entre ellas en el Museo Nacional de Arte Moderno.
La coincidencia de una muerte trágica la comparte con uno de los referentes más importantes para los artistas emergentes de la generación del 60. Se trata de Arturo Martínez quien falleciera 1956 cuando, por error, el avión en el que viajaba fue derribado por el ejército de Guatemala. Su grabado póstumo, impreso a partir de uno de sus tacos originales, posee todas las características de la abstracción figurativa.
El otro bloque lo integran los trabajos de Víctor Vásquez Kestler, Rodolfo Abularach, Efraín Recinos, Luis Zaldívar y Wilfreda López. Composiciones que pertenecen a diferentes técnicas gráficas. De los listados Vásquez Kestler, Zaldívar y López se formaron en el “Taller Libre de Grabado” dirigido por Arturo García Bustos antes de la caída del Gobierno de Jacobo Árbenz. Wilfreda López fue la única de aquel grupo que jamás se decantó por la figuración socialista
característica en aquella cátedra.
Abularach realizó una brillante carrera internacional, especialmente con la técnica del grabado. Efraín Recinos posee una exitosa carrera sui géneris. Su grabado cuenta con las características miméticas presentes en su legado pictórico. Además de muralista, realizó impactantes obras como el Teatro Nacional o el Parque de la Industria.