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La ola de calor que afecta a la Península Ibérica puso en alerta por calor extremo a España, con avisos de riesgo por incendios, y, en el caso de Portugal, llevó a declarar estado de contingencia contra el fuego.
Unos 1500 efectivos trabajan en la extinción de los 30 incendios todavía activos en Portugal, aunque ninguno significativo; se advierte de un riesgo extremo en los próximos días, afirmó André Fernandes, comandante de la Asociación Nacional de Emergencia y Protección
Civil (Anepc).
Tras la pesadilla vivida durante los últimos días en Europa, con casi un centenar de frentes activos, los grandes focos que amenazaron a miles de personas durante el fin de semana, en Leiria, Braga y Santarem, han sido controlados pero han dejado unas 5 mil hectáreas calcinadas y 41 heridos leves.
“La situación está más calmada, pero el riesgo de reactivación de estos incendios es muy grande”, alertó Fernandes.
Por otra parte, el Servicio Meteorológico Nacional (NSW, en inglés) advirtió ayer sobre condiciones de calor excesivo en Arizona, California, Estados Unidos, y también en Texas, donde las autoridades pidieron reducir la demanda de electricidad que se incrementa debido a las altas temperaturas.
Después de un fin de semana con temperaturas que alcanzaron niveles altos sin precedentes en Texas, el NWS pronosticó que estas podrían llegar a los 45 grados Celsius (113 Fahrenheit).