Alejandro Alonzo
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En 1975 se tomaron varias medidas para mejorar las ventas de DC Comics, que llevaban años en decadencia. Hubo cambios gerenciales en la empresa, pero también se decidió aumentar el número de títulos mensuales, copiando así la estrategia de Marvel Comics, que había experimentado éxito al incrementar su oferta.
Así, a lo largo de los siguientes tres años, DC agregó un total de 34 nuevos títulos a su catálogo. Se introdujeron títulos de fantasía como Warlord, Tor y Kong, nuevos superhéroes como Firestorm y Black Lightning, e inclusive se produjeron cómics sobre series televisivas como basadas en personajes de DC, como Super Friends y Shazam!.
A mediados de 1978, DC presentó al público la campaña de mercadeo DC Explosion para promocionar la “explosiva” cantidad de títulos nuevos, y otros cambios en sus productos. La campaña debía ser el inicio de una gloriosa nueva era para DC, pero sucedió todo lo contrario.
Las ventas, en vez de mejorar, se desmoronaron. Esto se debió, en parte, a los copiosos inviernos de 1977 y 1978, que trastornaron la distribución de los cómics. Pero en general, la industria de cómics también estaba experientando los efectos de una recesión económica que incrementó los costos de producción. Básicamente, DC había elegido el peor momento para aumentar su oferta de productos.
Se suponía que DC Explosion sería el inicio de una gloriosa nueva era. No lo fue.
El declive de los márgenes de ganancia y una marcada reducción en la cantidad de lectores redundaron en una serie de medidas drásticas. Se redujo el personal y hubo una cancelación masiva de todos los títulos que no tuvieran un nivel de ventas satisfactorio.
Y así empezó la llamada “Implosión DC”, que redujo la oferta mensual de la editorial en un 40 por ciento, limitándose a 26 títulos mensuales en total. Hasta el icónico título Detective Comics (en cuyas páginas hizo su debut Batman en 1939), estuvo a punto de ser cancelado, pero se salvó gracias a las protestas de los empleados.
Debido a lo súbito de las cancelaciones y despidos, mucho material quedó a medias. Algo de este arte se reutilizó y una buena parte de las historias inconclusas se terminaron en otros títulos. El resto fue compilado en dos volúmenes titulados Cancelled Comic Cavalcade, creados para registrar el material en la oficina de derechos de autor. Algunos de estos ejemplares existen todavía y son codiciados por los coleccionistas.
La “Implosión DC” dejó a la empresa tambaléandose, al punto que en 1984 le ofrecieron todos sus personajes a Marvel, pero afortunadamente fueron rechazados, porque apenas dos años después fueron publicados los primordiales títulos Watchmen y The Dark Knight Returns, que finalmente voltearon las suertes de DC Comics para bien.
