Guatemala es signataria de convenios internacionales cuyo fin es defender o proteger la vida y la institucionalidad de la familia, así como respetar las garantías individuales de la población. En ese sentido, nuestro país fue el número 35 en adherirse al Consenso de Ginebra, acción que complementa la Política Pública de Protección a la Vida y la Familia, que se impulsa desde el Gobierno de la República.
Guatemala también fue nombrada Capital Iberoamericana Pro Vida y, el 9 marzo del presente año, se develó un monumento por la vida en el interior del Palacio Nacional de la Cultura.
De esa manera, el Ejecutivo, por medio del presidente Alejandro Giammattei, ratifica el cumplimiento de la Constitución Política de la República, en la cual se establece garantizar la vida de sus habitantes.
Por ello, el mandatario aseguró ayer, durante su intervención en la Cumbre Anual Internacional de Libertad Religiosa, en Washington, D. C., Estados Unidos, que Guatemala seguirá defendiendo la vida desde su concepción y la institucionalidad de la familia, así como la libertad religiosa.
Además, recordó que cuando asumió la Presidencia juró defender la Constitución Política de la República, la cual en su Artículo 3 establece que el Estado respeta la vida desde su concepción, por lo que se trabajó en una política pública con ese enfoque.
En ese sentido se logró integrar 99 programas y proyectos de los distintos ministerios, para cuidarla desde el inicio hasta la muerte natural. El plan quedó establecido mediante Acuerdo Gubernativo, el 20 de julio de 2021.
Guatemala firmó el Tratado de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, y es uno de los fundadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Asimismo, el Gobierno instaló una mesa multirreligiosa y se nombró un comisionado presidencial a cargo del tema, quien garantizará el diálogo permanente entre las religiones, para que el proceso de libertad de culto sea una realidad en el país.