El sello postal imprime parte de la historia nacional o regional de los países, y permanece vivo en el país.
Mediante figuras de personajes ilustres, monumentos, pinturas, flora y fauna, las estampillas con bordes dentados pueden considerarse ventanas a la historia y la cultura. Por ello, existe la afición para coleccionarlos denominada Filatelia, que es el arte del conocimiento de los sellos de Correos.
Si desea conocer más acerca de ellos, puede apreciarlos en el Departamento de Filatelia, Arte y Cultura, en el Palacio de Correos, zona 1 de la ciudad capital, donde está la Sala Filatélica, que cuenta con un guía especializado para orientar a los visitantes.
Las primeras estampas postales fueron impresas en 1871; eran 4 que reproducían el escudo nacional de esa época, que en 2022 cumplieron 150 años de haber salido a circulación. Hasta la fecha, hay aproximadamente 430 emisiones de sellos postales que salieron en Guatemala. De los más esperados por los coleccionistas son los temas de flora, fauna o como lo fue el del Bicentenario.
“El sello es un instrumento de cultura, se aprende más porque tiene fines didácticos.” Ziomara de León
“El objetivo principal es difundir la cultura, la historia de nuestro país, ya que los sellos son uno de los productos que más circulan en todo el mundo. Por eso los llamamos nuestros embajadores de papel”, expresó Ziomara de León Franco, coordinadora del Departamento de Filatelia, Arte y Cultura.
Los timbres postales, más vivos que nunca
Según De León Franco, mucha gente desconoce que aún hay servicio postal, que no ha muerto, porque es una “necesidad y derecho del usuario que exista en cada nación”. “Seguimos emitiendo sellos postales que para nosotros es un motivo de mostrar soberanía. Es proyectar nuestra imagen de país, porque todos se van por la red postal”, agregó.
