Gabriel García Márquez casi nunca escribía cartas. Así lo afirman su nieta Emilia García Elizondo y su hijo Gonzalo García Barcha. Pero sí fue receptor de mucha correspondencia de personalidades como Pablo Neruda, Bill Clinton, Woody Allen y Fidel Castro, y por primera vez el público podrá leerla.
Tras un hallazgo inesperado de más de 100 cartas inéditas, la familia decidió abrir las puertas de la casa del autor en Ciudad de México, para exponerlas en Gabo a 40 años del Nobel: El escritor sí tiene quien le escriba.
“Gabo casi no escribía cartas, a él le gustaba tener conversaciones en persona (…) vivía hablando por teléfono. Yo creo que la mayoría de estas cartas probablemente fueron respondidas en conversaciones por teléfono o en persona. Hay muy pocas cartas de Gabo”, cuenta García Elizondo, también directora de la Casa de la Literatura Gabriel García Márquez (CLGGM), donde se llevará a cabo la exhibición hasta mediados de agosto.
Por esa misma razón, su hijo Gonzalo confiesa tener “cero cartas” de sus padres. Y cree que, de haberle tocado vivir en los tiempos de los teléfonos móviles, García Márquez “hubiera sido un usuario despiadado del celular”.
SE ABRE UN TESORO
Gonzalo y Emilia se encontraban en un estudio de la casa, ubicada en la calle Fuego 144 de la Ciudad de México, buscando una fotografía para la conmemoración del 40 aniversario del Premio Nobel que terminó por consagrar mundialmente a García Márquez como uno de los escritores más importantes de Latinoamérica y el mundo, en 1982.
Pero, en vez de hallar imágenes, se encontraron un aproximado de 150 cartas en una misteriosa caja con la leyenda “Nietos”.
“Nunca la había visto antes, supuse que eran fotos, pero eran cartas. Cartas que son parte de un archivo mucho más grande que ya se fue al Ransom Center, en Austin, pero que supongo que Mercedes (Barcha, esposa del escritor) tenía guardadas para entregarlas después. Ninguno de nosotros sabía que estaban ahí”, relata García Elizondo.