Luis Herrera Mesa
Catedrático emérito. Universidad de Navarra
No obstante, el informe también señala que se están produciendo avances positivos en cierto número de especies de reptiles, aves y mamíferos, como consecuencia de los programas de protección exitosa de conservación (in situ y ex situ) de especies, como el lince ibérico, el lagarto gigante de La Gomera, varias rapaces, el oso pardo y el visón europeo, entre otros.
Los parques nacionales son uno de los elementos más sobresalientes de los Espacios Naturales Protegidos (ENP) para la conservación del patrimonio natural. El primer parque nacional europeo se declaró en Suecia en 1909. Unos años más tarde, se erigió en España el primer parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, en 1918.
Desde entonces se han creado otros 15 parques nacionales, el último de los cuales ha sido el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, en la porción más elevada de la Serranía de Ronda (Málaga) declarado en 2021. Además, se han reconocido 53 reservas de la Biosfera en el programa el Hombre y la Biosfera de la Unesco, 75 humedales de importancia internacional en el programa Ramsar, Lugares de Importancia Comunitaria, Zonas de Especial Conservación, Zonas de Especial Protección para las Aves de acuerdo con la Directiva sobre la Conservación de Aves Silvestres de la Unión Europea; Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo, numerosos parques naturales y geoparques, reservas y monumentos naturales, así como otras figuras desarrolladas por las comunidades autónomas.
El primer parque nacional europeo se declaró, en Suecia en 1909.
Esta riqueza natural supone más de 2 mil Espacios Naturales Protegidos con una superficie de unos 14.8 millones de hectáreas, aproximadamente, equivalente al 28 por ciento del territorio español que representa la mayor red de protección del continente europeo. España se sitúa así a la cabeza en el objetivo de la Estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea para 2030, de la Agencia Europea de Medio Ambiente, de proteger, al menos, el 30 por ciento de la superficie terrestre.
Entre los objetivos de esta nueva Estrategia de Biodiversidad de la UE están: reducir el uso de plaguicidas en un 50 por ciento para 2030; proporcionar espacio para animales salvajes, plantas, polinizadores y reguladores naturales de plagas; recuperar al menos el 10 por ciento de la superficie agrícola como de alta diversidad; mejorar la protección de los hábitats intactos y un plan de restauración de las áreas degradadas y estricta protección de todos los bosques primarios con una hoja de ruta de reforestación para plantar 3 mil millones de árboles para 2030.