Patricia Orantes Alarcón
Esta pregunta es básica en el quehacer de los comunicadores que se desempeñan en un departamento de comunicación gubernamental o empresarial; así como para asesores de relaciones públicas y consultores de contratos de comunicación y visibilidad de proyectos de cooperación internacional, quienes deben redactar documentos informativos para diversos públicos tanto internos como externos.
Entonces, iniciar la redacción implica identificar un enfoque general del documento para luego desarrollar párrafos que sustenten esa idea primaria y que contenga un hilo conductor. Para ello, se emplea los conectores, los que se definen como palabras o grupos de palabras que sirven para unir ideas expresando claramente el modo en que se relacionan entre sí. Un buen uso de los conectores le da una mayor coherencia a cualquier texto y sencillo de leer y entender para el destinatario.
Además, se debe cuidar siempre las características de un texto bien escrito. Entre estas características están la claridad, concisión, coherencia y brevedad, entre otras (las que fueron expuestas en mi columna anterior).
Redactar es un proceso que conforme se practica desarrolla la competencia de comunicación escrita requerida por cualquier organización.
Otro aspecto fundamental al momento de sentarse a redactar es tener claro qué queremos decir y a quiénes está dirigida la información a fin de desarrollar documentos informativos que sean de fácil comprensión para su público. A ello, se debe sumar las preguntas básicas del periodismo (qué, quién, cómo, cuándo, para qué, por qué y dónde), las que ayudan a mantener el hilo conductor del texto, ya que se puede responder cada una de ellas en un diferente párrafo.
Cada una de estas preguntas también ayudan a iniciar la redacción de un texto informativo (comunicados de prensa, discursos, boletines o memoria de labores, por mencionar algunos), dependiendo si queremos enfocarnos en qué (la situación o el hecho), quién (entidad o actor), por qué (importancia del suceso), para qué (el objetivo), cómo (descripción) y cuándo (lugar).
A lo largo de mi experiencia como periodista, relacionista pública y experta de contratos de comunicación y visibilidad para proyectos o programas de cooperación, el identificar cuál es el punto modular de una nota periodística, comunicado de prensa o informe de gestión ha sido clave para redactar textos puntuales, precisos y con la información de interés a resaltar.
Esto significa redactar sin ambigüedad o redundancias, procurando evitar mezclar ideas en un solo párrafo o la falta de concordancia entre número y género, factores que predominan en muchos textos. Esto obedece a que muchas veces se escribe superficialmente, es decir, la persona a cargo de esta tarea no cuenta con la información precisa para argumentar y enfocar claramente sus ideas en el documento.
Antes de redactar se puede aplicar técnicas como la de la lluvia de ideas, la de un marco conceptual o la de un borrador donde escribas toda la información que se maneje sobre la temática para proceder a una primera edición y corrección.
Además, se puede contemplar un listado de ideas principales a plasmar en cualquier texto para luego iniciar con el proceso de lectura, edición y reescritura de oraciones o párrafos que carezcan de coherencia o pobreza de vocabulario (uso de muletillas o empleo del mismo verbo).
Uno de los ejercicios que implemento cuando redactó un texto es pedirle a una persona externa que lo lea y me indique si lo comprendió para determinar si se vuelve a editar y reescribir cuantas veces sea necesario.
Un texto que contenga la mayoría de las características de una buena redacción es producto de una serie de procesos de lecturas, revisiones, ediciones y reescritura.
Lo exhorto a practicar la redacción de textos simples hasta complejos, a fin de perfeccionar la transmisión de ideas.