Luis Herrera Mesa
Catedrático emérito. Universidad de Navarra
Un aspecto clave para para mitigar la extinción de especies y conservar la biodiversidad de los ecosistemas es la declaración de espacios protegidos, especialmente para las especies y hábitats más vulnerables.
La protección del medioambiente se inicia en España en 1973, con la creación de la Federación de Parques Naturales y Nacionales de Europa, que veinte años más tarde se transforma en la Federación Europarc como una organización paneuropea que reúne instituciones de 39 países dedicadas a la gestión de áreas protegidas y a la defensa de la naturaleza.
Según el informe anual de Europarc de 2020, España es el país de la Unión Europea que más superficie aporta a la Red Natura 2000; esta red es una piedra angular para la ejecución de las directivas europeas en materia de conservación de especies.
El objetivo de la Red Natura 2000 es buscar una relación de armonía y simbiosis entre los ecosistemas naturales y el hombre.
Es considerada la iniciativa más importante de la Unión Europea para la conservación de la naturaleza a nivel mundial (Herrera, 2021, Ecología, cambio climático y sexta extinción, McGraw Hill). La superficie aportada por España a la Red Natura 2000 es casi el doble de la que aporta Francia.
El objetivo de la Red Natura 2000 no es crear reservas de vida salvaje en las que esté excluida toda actividad humana sino, al contrario, buscar una relación de armonía y simbiosis entre los ecosistemas naturales y el hombre.
En los espacios de la Red se busca llevar a cabo actividades sostenibles desde actividades turísticas y deportivas compatibles con la naturaleza hasta actividades agropecuarias y forestales, de tal manera que se haga compatible la economía de los entes locales con la protección de la naturaleza. De este modo se incrementa la utilidad pública de los espacios naturales y mejora la sensibilidad por conservar la biodiversidad.
El último informe de la Red Natura 2000 señala que, a pesar de los importantes esfuerzos realizados en los Estados miembros, la biodiversidad sigue disminuyendo con tendencias de deterioro en la mayor parte de Europa. La mayoría de los hábitats y especies protegidas tienen un estado pobre como resultado de continuas presiones debido a los cambios en el uso de la tierra, la sobreexplotación y las prácticas de gestión no sostenibles, agravado por la modificación de los regímenes hídricos, la contaminación y las especies exóticas invasoras.
Continuará…