Andrea Calvaruso
es el Director de la Oficina de las Naciones Unidas
de Servicios Para Proyectos (Unops) en Guatemala
El 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente, cuyo lema deeste año correspondió a #UnaSolaTierra. Dicho eslogan intenta convertirse en un llamamiento global, a fin de solicitar cambios profundos en las políticas y en nuestras decisiones para permitir una vida más limpia, ecológica y sostenible, en armonía con la naturaleza.
Desde esta perspectiva, en este artículo me gustaría reflexionar sobre la importancia de la infraestructura resiliente y el uso eficiente de energías para la acción climática que nos permita proteger nuestra única tierra.
Es innegable que el acceso a fuentes de energía asequibles y confiables es crucial, para lograr el crecimiento de nuestros países; la viabilidad de sectores estratégicos como el transporte, las comunicaciones, el comercio y la infraestructura; así como para mitigar los efectos negativos en el medioambiente.
Defender una sola tierra es fundamental para seguir avanzando hacia una sociedad más sostenible.
En particular, Guatemala es un país que cuenta con una diversidad de fuentes renovables con alto potencial energético. De acuerdo con Naciones Unidas, nuestro país depende en 80 por ciento de la energía eléctrica que le provee el sector público y el sector privado colabora con el restante 20 por ciento. El acceso a la electricidad (porcentaje de población) en el país es desigual, en departamentos como Alta Verapaz se presenta niveles bajos del 64.61 por ciento y, el otro extremo, es el Departamento de Guatemala con una cobertura eléctrica del 99 por ciento.
En este sentido, quiero mencionar un estudio reciente elaborado entre la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops), junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Ambiente) y la Universidad de Oxford, presentado en la última Conferencia Mundial por el Clima (COP26), realizada en Glasgow a finales de 2021.
El Informe Infraestructura para la Acción Climática, elaborado por la Universidad de Oxford y Unops, analiza hasta qué punto la infraestructura define el clima del planeta. Este sector es responsable del 79 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.
Es importante destacar que el clúster de la energía comprende las estructuras físicas y no físicas que permiten prestar servicios energéticos a los/as consumidores/as, que consisten en varios procesos relacionados con la infraestructura, como la extracción, la generación o la conversión, el almacenamiento, la transmisión, la distribución y el consumo.
Frente a esto, el estudio de Oxford propone que los nuevos proyectos constructivos incorporen sistemas energéticos resilientes; cambiar patrones en el uso de energía; la innovación tecnológica; la transferencia de conocimiento y el desarrollo de capacidades a través de flujos de investigación e inversión.
Como ejemplo, me gustaría mencionar un proyecto que el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) viene liderando con apoyo de Unops, para la construcción del Hospital Regional de Oriente en Zacapa, actualmente en fase de diseño. El edificio contempla una revisión de su matriz energética bajo los lineamientos de la certificación LEED Silver para edificios sostenibles.
El Hospital Regional de Oriente en Zacapa será una de las primeras edificaciones hospitalarias de Guatemala diseñadas bajo esta metodología, desarrollada por el US Green Building. Por ello, desde el diseño se han incluido innovaciones de ingeniería a fin de mejorar la eficiencia energética y el respeto medioambiental.
Para finalizar este artículo me gustaría enfatizar que, actualmente, se está construyendo más infraestructura que nunca en todo el mundo. Este sector es fundamental para el desarrollo económico, social y la protección ambiental, en el marco de logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). De allí que el llamado a defender #Una sola Tierra es fundamental para seguir avanzando hacia una sociedad más sostenible.