La siembra de 300 arbolitos en Masagua, Escuintla, el pasado viernes, como parte del programa para la recuperación y conservación de bosques, marcó el inicio de la reforestación 2022 de la agroindustria azucarera del país, la cual busca combatir las consecuencias del cambio climático.
La temporada ecológica se extenderá hasta agosto en Santa Rosa, Chimaltenango, Escuintla, Suchitepéquez, Retalhuleu, Jalapa, Sololá, Sacatepéquez, Jutiapa y Quetzaltenango, pues se prevé terminar 2022 con un aporte total de 7.7 millones de árboles, a lo largo de los 11 años que ha perdurado el citado programa, informaron los organizadores.
400 hectáreas se cubrirán este año.
El gerente general de la Asociación de Azucareros de Guatemala (Azasgua), Luis Miguel Paiz, manifestó que esta industria se enfoca en tres pilares: personas, productividad y planeta, en los que se encuentra el proyecto de reforestar riberas de ríos y laderas de Guatemala.
Resaltó que cuentan con el apoyo técnico del Instituto del Cambio Climático (ICC), el cual es el proveedor de los pilones que se utilizan para la siembra.
Al respecto, el director del ICC, Alex Guerra, indicó que el sector azucarero solicitó desde hace varios años la creación de un manejo integrado de cuencas, y destacó que la reforestación se realiza en la costa, boca costa y en manglares.
Según el directivo, los principales beneficios de esta acción consistirán en mitigar el cambio climático, además de regular el ciclo del agua. Añadió que se efectúa una inversión anual de Q3 millones, entre semillas, viveros, mano de obra y demás gastos relacionados con el tema