Son 11 años de trayectoria ganados a pulso y valentía porque, desde 2011, Nathan, como se le conoce artísticamente, se atrevió a exponer individualmente y continúa imparable. Desde esa fecha vive del arte, porque “uno aprende a vivir de ello”, dice. Todo esos años de estudios en la Escuela Nacional de Artes Plásticas Rafael Rodríguez Padilla, aunado a su experiencia y osadía, le dan el reconocimiento, así como valor a sus dibujos de aves, nidos y rostros.
El dibujante, como se considera él, afirma que siempre hay un espacio para la obra no acabada. “El artista debe dejar que el espectador termine de armar la historia o cree su propio argumento”. Y es que Jonathan ha buscado siempre que su trabajo tenga una lectura poética onírica.
Gira museística, los NFT y la exposición en Francia
Ardón relata que vendió una colección a Rodrigo Blanco para un proyecto de NFT (token no fungible, por sus siglas en inglés), obras digitales que pueden ser compradas y vendidas, pero no tienen forma tangible). “Es algo interesante, ya que hay un futuro con la forma de adquirir arte con los NFT”,
argumenta.
Otros de sus grandes retos y satisfacciones se cumplen este año, ya que sus piezas de arte están de gira en los museos del país. Esto empezó en la Embajada de Costa Rica en Guatemala, pasa al Museo de Santiago de los Caballeros, Museo de Arte Colonial (La Antigua Guatemala) y luego se traslada al Museo Nacional de Historia, para finalizar el 6 de septiembre en la sala del Palacio Nacional de la Cultura.
La ruta de las aves a la Ciudad de la Luz
Sus grabados con las técnicas de aguafuerte y aguatinta los lleva a París, Francia, donde expone en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), del 30 de mayo al 5 de junio, así como en la Embajada de Guatemala en la capital francesa.
“Lo más trascendental es crear memoria cultural, memoria artística”, Nathan Ardón