El té es una de las bebidas más consumidas en el mundo, las infusiones y tisanas han sido incluidas también por sus propiedades curativas. Los beneficios del té son innumerables: una o dos tazas al día contribuyen a la salud por los fitonutrientes antioxidantes que aporta; además, el té contiene teína, que actúa como estimulante.
Existen diferentes tipos de té como el verde, el negro y el oolong. El té verde con tonos dorados y verdosos es uno de los más consumidos. Se obtiene de las hojas frescas o brotes de la planta, principalmente están el té chino y japonés con sus diferencias por el método de elaboración.
El té negro se logra marchitando, enrollando y después secando las hojas. Con este proceso de elaboración, las hojas verdes frescas se oxidan y adquieren un color café oscuro. Un ejemplo es el té darjeeling, originario de la India. Es bastante aromático y de baja astringencia.
El té negro se logra marchitando, enrollando y después secando las hojas.
También está el té rojo, pu erh: se prepara semifermentado los brotes y de sabor fuerte. Otro ejemplo es el té oolong que pertenece a la misma variedad, con un proceso diferente de fermentación mediante oxidación y el té blanco es ampliamente consumido por su elaboración delicada con el empleo de brotes tiernos y frescos.
El color se debe a la pelusa blanca que recubre los brotes al nacer. Las hojas del té son sensibles, por lo que si almacena el té en un recipiente hermético, en un lugar fresco, su duración será de varios meses.
El té satisface a todos los gustos y así, encontramos opciones conocidas como el earl gray, té negro perfumado con aceite de bergamota; asimismo, están las mezclas de hojas de los tés tradicionales con trocitos de flores, raíces o frutas de forma seca o deshidratada.
Es cuestión de gustos y de exigencias, porque para algunos el té debe de ser apreciado por sí mismo. La cantidad exacta a utilizar dependerá del tiempo de infusión. Se dice que el color de té refleja su calidad.
La temperatura del agua juega un papel importante en la elaboración del té. Si bien es cierto se bebe caliente, la temperatura varía para cada tipo de té, como por ejemplo el té verde necesita una temperatura de infusión de 75 a 80 grados, para extraer las hojas entre 2 o 3 minutos, y el té negro requiere de una temperatura de 95 grados.
Las infusiones en algunos casos conocidas como tisanas son bebidas desde la antigüedad por sus efectos terapéuticos, incluso como sucedáneos del té. En la actualidad, siguen siendo apreciadas por sus efectos benéficos para la salud y el bienestar en general que proporcionan.
Son hojas como: perejil, menta, frutos: saúco, fresa; flores como la manzanilla o raíces secas. ¿Con o sin azúcar? No será necesario, lo mejor es prepararlo bien para evitar una
sobre infusión. Finalmente, las variedades de té son inmensas, se seleccionan en función de nuestras preferencias personales y siempre habrá un momento para disfrutar de un té de la mejor manera.