Dr. Jorge Antonio Ortega G.
Ortegagaytan59
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La “Operación Militar Especial” que Rusia planificó y ejecutó en territorio de Ucrania se desvaneció; los estrategas sobreestimaron las capacidades de defensa y contraataque de las fuerzas armadas ucranianas y el apoyo de Occidente. Hoy sobrepasan ochenta días y cada día se enconan las posiciones, mientras la devastación y la muerte se adueñan de la situación y el territorio en disputa.
Muertes innecesarias, infraestructura destruida, tierra desolada. A pesar de ello, los soldados y ciudadanos, hombres y mujeres del Estado atacado defienden con todo su libertad e independencia, a pesar de la superioridad numérica de los moscovitas. Paradigmas de la guerra de la posmodernidad donde la tecnología permite un balance favorable a los
defensores.
La reacción militar de Rusia ante la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN será ”proporcional“
y ”adecuada“.
Con más de 2 mil años de ejemplos de las consecuencias y el sufrimiento de la guerra, se hace innecesaria esta nueva confrontación que se encuentra en un punto de inflexión en el cual se puede expandir hacia otros Estados e involucrar a la humanidad a una nueva travesía por la incertidumbre de la supervivencia, la paz y la libertad.
Es un momento crucial para detener el conflicto antes que se desborde hacia otras latitudes.
Muchos son los intereses en juego, y no hay duda de que se debe activar la parte política y diplomática para lograr frenar ese deseo de destrucción y de aniquilamiento. Días atrás, en una entrevista a los medios de comunicación, la presidenta del Consejo de la Federación (Cámara Alta del Parlamento ruso), Valentina Matviyenko, señaló que la reacción militar de Rusia ante la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN será “proporcional” y “adecuada”.
“En primer lugar, en términos militares, la reacción de Rusia será proporcional y adecuada a la presencia de la OTAN en los territorios de estos dos Estados, a qué tipo de armas se desplegarán”, sin especificar qué tipo de medidas militares llevará a cabo Moscú, tal y como ha recogido la agencia de noticias TASS.
Matviyenko explicó que la entrada de estos países en la OTAN “afectará negativamente” al estado político de Europa y no le agregará “estabilidad”, ya que Suecia y Finlandia son países que han demostrado “neutralidad” histórica, un consenso compartido por todos los países europeos.
Asimismo, según la citada agencia, argumentó que esta decisión “no es soberana” y que se ha tomado “bajo la presión de Occidente”, principalmente de Estados Unidos y los países que conforman la Alianza.
Por otra parte, los integrantes de la Alianza Atlántica no se han puesto de acuerdo sobre el ingreso de dichos Estados europeos. Principalmente Turquía, que tiene reclamos sobre decisiones de dichos países sobre la extradición de individuos que tienen cuentas pendientes y que se encuentran asilados en esas latitudes.
Turquía recrimina a Suecia que se niegue a extraditar a “terroristas”, en alusión a personas vinculadas a la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). “No nos dan a los terroristas, pero piden que les aceptemos en la OTAN”, esgrimió en su discurso.
Además de las negativas de extradición, que también se extienden a supuestos aliados del clérigo Fetulá Gulen (acusado del fallido golpe de 2016), Ankara afea a los dos países nórdicos los embargos armamentísticos impuestos tras la ofensiva militar turca en el norte de Siria.
Las controversias van y vienen, Moscú no da marcha atrás, más por orgullo, no importando el costo en vidas y maquinaria bélica destruida, Ucrania se aferra a lograr la libertad independiente de los costos, Occidente presiona a Rusia y apoya a Ucrania; China se mantiene al margen, cualquiera de las dos posiciones le afectan en el futuro mediato, por lo cual se mantiene observando el desarrollo de la confrontación belica y con la bandera de neutralidad.
