Alejandro Alonzo
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Foto: Archivo
Hay escritores que deciden autoimponerse tareas increíblemente arduas con tal de ponerlas por escrito. Algunos viajan de aventón alrededor del mundo, otros deciden infiltrar organizaciones para analizarlas desde adentro. El escritor norteamericano Douglas Wolk eligió una tarea casi inverosímil para sí mismo: leer 27 mil cómics.
Wolk es un aficionado de la historieta con un par de libros sobre cómics en su haber, y para su obra All of the Marvels (2021) decidió que iba a leer todos los miles de cómics de superhéroes publicados por Marvel Comics a partir de 1961, como si fueran una sola narrativa.
Y es que precisamente eso es lo que dice la editorial, que todas las historias que ha publicado son parte de un solo universo, algo reforzado por los constantes crossovers entre sus diversos títulos.
El universo Marvel está compuesto de más de 27 mil cómics.
Desde muy temprano, Wolk decidió que no iba a caer en el error de muchos otros aficionados que han intentado ahondar en el universo Marvel: tratar de leer los cómics en el orden que fueron publicados, algo que puede resultar tedioso después de unos cientos de números.
En vez de eso, el escritor iba eligiendo de aquí y de allá, dependiendo de lo que le interesaba para ese día.
La lectura de más de medio millón de páginas tomó tiempo. Wolk menciona haber enfrentado la magna tarea leyendo en donde fuera: en sillones, en el bus, en el gimnasio.
También leyó cómics de todo tipo: desde historietas antiguas que había ido recolectando a lo largo del tiempo, hasta revistas que encontró abandonadas en un café. También ojeó ejemplares prestados y tomos maltratados en bibliotecas.
Pero principalmente, leyó mucho en su tableta digital. En general, la tarea fue abrumadora pero divertida, excepto cuando tuvo que obligarse a leer cómics que no le gustaban, como la serie de Punisher, demasiado sangrienta para su gusto.
Leer tantos cómics fue complicado, pero no tanto como escribir el libro. Wolk inicialmente produjo un manuscrito largo y enrevesado, que al final decidió desechar antes de empezar de nuevo.
Después de mucha deliberación, lo que lo orientó en su tarea fue darse cuenta de que estaba escribiendo básicamente una guía turística para lectores de cómic.
Wolk sabe que leer 27 mil cómics no es algo para cualquiera, pero para él fue un deleite, especialmente porque le sirvió para fortalecer su relación con su hijo, su compañero en buena parte de este largo viaje de lectura. Al final, Wolk se rehúsa a esbozar un canon de historias esenciales que cualquiera pueda disfrutar, pues tal cosa no existe.
Lo que el autor ofrece es una serie de senderos para conocer la Montaña Marvel y sugiere perspectivas para que cada lector disfrute esta descomunal historia a su manera.