La agencia internacional Fitch Ratings calificó con perspectiva positiva a Guatemala, al destacar la fuerte consolidación fiscal, la acumulación de reservas, la proyección de crecimiento económico, el impulso de la recuperación económica y las mejoras estructurales en la recaudación de impuestos.
Esto se traduce en una calificación ‘BB-‘, ya que las obligaciones financieras son las adecuadas, informó el Ministerio de Finanzas Públicas en un comunicado de prensa.
En 2021, la economía guatemalteca creció 8 por ciento y se convirtió en una de las más fuertes de la región.
El resultado de la evaluación sobre nuestro país, dado a conocer ayer, también valora la rápida consolidación fiscal de 2021, cuando el déficit de la administración central se redujo drásticamente hasta el 1.2 por ciento del producto interno bruto (PIB), desde 4.9 por ciento, en 2020, impulsado por un crecimiento histórico del 28 por ciento en ingresos y la eliminación gradual de las transferencias sociales extraordinarias relacionadas con la pandemia.
El crecimiento de los ingresos se vio estimulado por la fuerte recuperación económica y por el ingreso puntual procedente de una gran transacción en el sector de las telecomunicaciones, con 0.2 por ciento del PIB, que también refleja las mejoras estructurales en la administración tributaria.
En el informe de la calificadora se mencionan “los importantes avances en la mejora del cumplimiento de las obligaciones fiscales, mediante el perfeccionamiento de los controles en la frontera y en los puertos marítimos, que optimizan la recaudación de los tributos a la importación, las auditorías selectivas de los contribuyentes y la ampliación de la facturación electrónica”.
35 por ciento aumentó el ingreso de remesas a nuestro país en 2021.
El Banco de Guatemala ha seguido acumulando reservas como resultado del fuerte ingreso de divisas, que representa 8.3 meses de pagos externos corrientes en 2021. Las remesas aumentaron en 2021 en 35 por ciento, hasta alcanzar un récord de US $15 300 millones, se indicó.
Para 2023, la calificadora considera que el déficit se mantendrá en línea con el de 2022, aunque podrían darse cambios por las elecciones presidenciales de junio de ese año. Fitch Ratings espera que el crecimiento se enfríe este año, hasta el 3.8 por ciento, y vuelva a su potencial, que es de 3.5 por ciento.