Rafael Argueta
Director Comisión Nacional de Energía Eléctrica
Siguiendo con el tema de la relación que existe entre los vehículos
eléctricos y la red, iniciado con motivo del II Congreso de Movilidad Eléctrica organizado por la Asociación de Movilidad Eléctrica (Amegua), que se realizó de manera exitosa del 24 al 26 de marzo de este año, en esta ocasión se aborda el tema de la Carga inteligente de los vehículos eléctricos, que constituye una de las ventajas importantes de los automóviles de este tipo que al almacenar energía en sus baterías, existe la posibilidad de utilizar esa energía convirtiéndola en un elemento activo para la red eléctrica que puede dar paso a la integración de energías renovables como la energía solar y eólica, mitigando la alta variabilidad de este tipo de generación que está ligada a las condiciones climáticas de viento y de sol.
La carga inteligente tiene que ver con la aplicación de innovaciones tecnológicas, pero también está asociada con nuevos modelos de negocio que permitan al usuario obtener alguna rentabilidad económica para incentivar su participación, lo que implica adecuaciones en la regulación y la normativa técnica y comercial del sector eléctrico y que algunas ya se encuentran vigentes como el caso de las tarifas horarias o la Normativa de Generación Distribuida Renovable y Usuarios Autoproductores o pueden ser desarrolladas en un futuro próximo.
Pueden instalarse paneles solares en el hogar y utilizar su carga de la batería.
Una acción inteligente para la carga de los vehículos es hacerlo fuera de las horas de mayor demanda del sistema, a horas de menor consumo; en lugar de cargarlos en las primeras horas de la noche, habrá que hacerlo en las altas horas y en la madrugada debido a que se puede obtener acceso a tarifas más bajas en estos horarios.
Esta implementación es de muy bajo costo, pero requiere instalar un medidor inteligente y aplicar a una categoría de tarifa horaria; estos servicios ya se encuentran considerados dentro de la normativa y pueden ser ofrecidos por las empresas distribuidoras, por lo que sería la más sencilla y de menor costo para el usuario.
Pueden instalarse paneles solares en el hogar y utilizar su carga de la batería con la figura de “usuario autoproductor” y así obtener un gran ahorro en el consumo de la carga del vehículo.
Hay otras aplicaciones con mayor nivel tecnológico y de organización regulatoria más profunda, pero que con toda certeza se van a ir implementando en un futuro cercano cuando exista una masa crítica en la penetración de la movilidad eléctrica, lo cual podría llegar en esta década o la siguiente.
Las configuraciones posibles es lo que en la literatura de especialidad se identifica como “V2H o V2B”, que se refiere a conectar el vehículo en el hogar o en un edificio donde la batería puede ser utilizada como respaldo de emergencia durante períodos de interrupción, para el aumento del autoconsumo con paneles solares o para disminuir la demanda en momentos pico que puede representar ahorro en las facturas de consumo.
La otra posibilidad es lo que se conoce como “Vehículo a la red V2G”, que se logra conectando muchos vehículos con la posibilidad de poder controlar la carga y la descarga a la red con el fin de prestar servicios al sistema eléctrico.
En este momento los prestan solamente los generadores eléctricos, lo cual también permitirá conectar mayores cantidades de generación de energía renovables que tienen alta variabilidad como la solar o la eólica; estos servicios son los que se denominan como “servicios complementarios” en la normativa del sector eléctrico y que incluyen las reservas del sistema durante contingencias.
La implementación de estas aplicaciones requiere necesariamente una visión de largo plazo en la toma de decisiones, además de un liderazgo proactivo de las instituciones que conforman el sector eléctrico en Guatemala.