Los resultados preliminares sobre incidencias criminales y accidentes de tránsito conocidos, permiten advertir que el descanso más prolongado del año se desarrolló en un ambiente donde prevaleció la seguridad, lo cual implicó que miles de familias que retomaron las tradiciones que marcan esta temporada lo hicieran con tranquilidad.
Desde siempre, resguardar a los millones de guatemaltecos y a los miles de extranjeros que llegan al país ha representado todo un reto para las autoridades. Cuidar la vida y el patrimonio de los connacionales es un tema que no admite improvisaciones ni permite que se escatimen
recursos y esfuerzos.
De esa cuenta, el Gobierno de la República, por medio del Sistema Nacional de Prevención en Semana Santa (Sinaprese), apostó por la disuación, como acción clave en la búsqueda de evitar incidentes, pero también hizo presencia e hizo saber a fieles y veraneantes que las fuerzas del Estado estaban a su disposición, ante cualquier acontecimiento.
Con el despliegue de los 43 mil agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y los 2500 efectivos del Ejército en las principales rutas y centros de recreación, se logró mantener el orden y la calma en hogares y comunidades. Además, 90 mil servidores públicos garantizaron la atención de turistas nacionales y extranjeros, así como se ocuparon de hacer cumplir las medidas de bioseguridad contra el Covid-19.
De momento, los registros del Sinaprese advierten que, hasta el sábado recién pasado, 44 415 personas habían sido atendidas en los 15 campamentos ubicados en centros turísticos de mayor afluencia y 11 puestos de control instalados en las rutas más transitadas.
De ese total, 43 973 (98.8 por ciento) recibieron servicios de información y el 1.2 por ciento restante fueron de atención a personas o apoyo vial.
A la espera de los números finales, los cuales el Gobierno presenta hoy, el reencuentro con las tradiciones estuvo marcado por la convivencia pacífica y segura y, de paso, por una inyección económica que supera los Q1700 millones.