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El griego Stefanos Tsitsipas, vigente campeón y tercer favorito, no falló contra el alemán Alexander Zverev (6-4 y 6-2) y accedió a la final del Masters 1000 de Montecarlo, cuyo título defenderá frente al español Alejandro Davidovich.
Fue el heleno el que ganó el clásico de los nuevos tiempos. Los enfrentamientos entre Tsitsipas y Zverev, asentados hace años entre los mejores del circuito y aspirantes a cada gran evento, son ya habituales. De hecho, en el Country Club se medían por décima vez.
Los antecedentes favorecen al tenista ateniense, quien antes de esta semifinal había ganado 6. Entre esas las dos que habían jugado en tierra. En Roland Garros, semifinales, el pasado año, y el Masters 1000 de Madrid, en 2019. Ahora, en Montecarlo, amplió su ventaja particular y acentuó el dominio en arcilla sobre el germano.
Es Montecarlo un torneo maldito para el tenis alemán. También para el jugador muniqués, tercero del mundo, quien pretendía amarrar el éxito final para meterse de lleno en la carrera por el número uno que posee el serbio Novak Djokovic y que acecha el ruso Daniil Medvedev.
Nunca un alemán en la Era Open ha ganado en Mónaco. Aspiraba a ser el primero de su país en estar en la final, desde Rainer Schuettler, en 2004, derrotado por el argentino Guillermo Coria. Antes Boris Becker lo intentó 3 veces, sin éxito.
Pero el griego le negó la opción. Tsitsipas tardó menos de lo esperado en resolver la semifinal. Solo 75 minutos necesitó el quinto jugador del mundo en derribar la resistencia del tercero, quien sigue sin ganar en Montecarlo. Es este el único torneo Masters 1000 sobre arcilla que le falta a Zverev, que se deshizo paulatinamente y que prácticamente dimitió en el segundo set.
Ambos dejaron gran parte de sus fuerzas en semifinales. El alemán tuvo que superar una maratoniana puja con el italiano Jannik Sinner, de más de 3 horas de juego. Tsitsipas necesitó llegar al límite para vencer en 3 mangas también al argentino Diego Schwartzman.
Tsitsipas jugará su decimonovena final, la cuarta de un Masters 1000, con solo un éxito, el del año pasado en este escenario, y dos derrotas, en Madrid y Canadá. Pretende el octavo trofeo de su carrera, el primero de este año en su segunda final después de la de Rotterdam.
Tsitsipas será el rival de Davidovich, quien previamente resolvió su semifinal contra el búlgaro Grigor Dimitrov. Será el reencuentro entre el griego y el español, quienes ya se vieron las caras en los cuartos de final de este mismo torneo. El andaluz se retiró, luego de perder el primer set por 7-5. El heleno ganó la competición. Esta temporada, en Rotterdam, también coincidieron. En segunda ronda. Tsitsipas volvió a ganar, en 3 sets, en pista dura.