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El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió ayer con una caída del 3.8 por ciento, hasta los US $94.45 el barril, afectado por la liberación de las reservas estratégicas de crudo por parte de Estados Unidos y otros países, que buscan frenar su encarecimiento.
En horas de la mañana de la ciudad de Nueva York, los contratos a futuro del WTI para entrega en mayo recortaban US $3.81 respecto al cierre de la jornada previa. El crudo de referencia en EE. UU. seguía bajando dado el compromiso anunciado la semana pasada por las naciones que integran la Agencia Internacional de Energía (AIE) de liberar, en los próximos seis meses, unos 120 millones de barriles de sus reservas estratégicas, de las que 60 millones son de Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó liberar una cantidad extraordinaria del almacenamiento del llamado oro negro de su nación (un millón de barriles diarios durante los próximos seis meses).
Ese aporte al mercado “debería aliviar la tirantez en los meses siguientes, reduciendo la necesidad de que los valores suban ante la destrucción de la demanda a corto plazo”, afirmó al canal CNBC el analista Giovanni Staunovo, de UBS.
Los inversores siguen pendientes de las restricciones para controlar el rebrote de coronavirus en China, que mantienen en confinamiento la populosa metrópolis de Shanghái, aunque las autoridades anunciaron que relajarán las medidas en algunas zonas a partir de ayer.
Como telón de fondo, la guerra de Ucrania y las sanciones económicas de los países occidentales contra Rusia siguen influyendo en la cotización del petróleo en el ámbito internacional, mientras la Unión Europea sigue estudiando la posibilidad de vetar las importaciones de crudo ruso.
120 millones de barriles serán liberados en los próximos 6 meses.