Antonio Carrascosa
Director de la Cátedra EY de Estabilidad Financiera en la Universidad de Navarra
Más aún, la regulación europea (Artículo 18 del Reglamento del Mecanismo Único de Resolución y artículo 32 de la Directiva de Recuperación y Resolución Bancaria) exige como condición para que un banco entre en resolución que la autoridad compruebe que no existan perspectivas razonables de que una medida alternativa del sector privado impida la inviabilidad de la entidad en un plazo de tiempo razonable.
Cuarto, uno de los objetivos del marco europeo de supervisión y resolución es evitar la destrucción innecesaria de valor en la crisis de un banco. Está claro que este objetivo se ha cumplido en el caso que nos ocupa.
Otros también se han cumplido: ningún coste para el contribuyente, continuidad en la prestación de funciones críticas, mantenimiento de la estabilidad financiera del país y protección de depositantes e inversores.
Quinto, los comportamientos estratégicos que se han podido producir en alguna crisis anterior (esperar a adquirir el banco o sus activos a precio de saldo tras la declaración de inviabilidad por parte de la autoridad de resolución) no pueden generalizarse a todas las crisis, tal como se desprende de este caso.
Las primeras reacciones a la salida del mercado de RCB Bank, incluso tras el nombramiento de un administrador provisional de la entidad, parecen favorables.
Sexto, el apetito del mercado chipriota por activos performing ha hecho posible una transacción con un descuento mínimo, y todo ello en un escenario de máxima tensión geoestratégica y económica. La mejora de los porcentajes de morosidad del banco adquirente con esta transacción explica, en parte, dicho apetito.
La gestión de la crisis de un banco es un asunto muy delicado en Chipre tras la crisis bancaria de 2013, en la que se aplicó un agresivo ejercicio de recapitalización interna (bail-in) a los bancos chipriotas en crisis y que alcanzó a los depositantes. Las negativas consecuencias de esa medida sobre el sistema financiero y la economía de Chipre aceleraron la adopción del marco europeo de resolución bancaria y la creación de una autoridad europea de resolución.
Las primeras reacciones a la salida del mercado de RCB Bank, incluso tras el nombramiento de un administrador provisional de la entidad, parecen favorables, aunque habrá que esperar, cuando abra sus puertas el banco, para confirmar esta primera valoración. El anuncio del banco de que dispone de liquidez suficiente para hacer frente a sus obligaciones debería permitir una salida ordenada del mercado de RCB Bank, evitando cualquier pánico bancario.
Por supuesto, los primeros días desde el anuncio de dicha salida serán determinantes y deberían evitarse fallos operativos en la ejecución de los pagos, especialmente a los depositantes.