DR ludwing A. llamas Álvarez
Departamento de Investigación, DIADI/INAP
La orientación multidimensional de la función pública, en la
atención de problemáticas y demandas sociales, requiere de la participación solidaria de las instituciones del sector público; si bien, se tiende a considerar como una entelequia al actuar público, un icónico ejemplo al respecto es considerar a los sistemas de planificación y presupuestación, como un aspecto recursivo en sí mismo.
Ante ello, es vital visibilizar con mayor énfasis, el impacto de la gestión pública, y las connotaciones concomitantes de la calidad del gasto público, además de los sistemas de monitoreo, seguimiento y evaluación, como forma métrica de aproximar las cuantificaciones de los cambios (impactos) producidos por las intervenciones de la función pública en las poblaciones objetivo de dichas acciones.
La plenitud de las intervenciones públicas, propias de los constructos de la gestión sectorial, por mandato orgánico institucional o de participación en la composición de los ciclos de política pública correspondientes, posee un carácter procesual, que requiere de la participación cívico-ciudadana, como sustancia estratégica.
Es vital el impacto de modelos analíticos de base científica para perfilar macroprocesos institucionales.
Al provenir de las necesidades sociales, dinámicas comunitarias y configuraciones poblacionales de la territorialidad del país, la importancia de los procesos de interlocución, diálogo y retroalimentación perfila la idoneidad de los macroprocesos institucionales, para responder a las implicaciones que tiene la concreción del bienestar y desarrollo.
La diferenciación entre TIERS I, II y III dentro de la estructura de la Agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible es una ilustración afín, cuya armonización con la visión nacional, contenida en el Plan de Desarrollo Sostenible (Katún 2032), otorga una contextualización más robusta acerca de los grandes requerimientos de país al respecto.
En consecuencia, de la identificación y conceptualización de problemáticas públicas, hasta la configuración de sistemas de monitoreo y evaluación, es transversal un carácter subyacente a una multiplicidad de factores que interactúan de formas profundas y alambicadas que, mediante modelos analíticos de base científica, visibilizan con pertinencia rutas de afrontamiento, mitigación y respuesta: ¿Cómo pueden fomentarse prácticas integrales de este tipo?
