Sebastián Toledo
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El esfuerzo por la visibilidad de las necesidades y demandas de las
personas con discapacidad ha llevado a los distintos organismos internacionales a la promoción y observancia de fechas conmemorativas. Por tal razón, la Organización Mundial de la Salud declaró el 23 de marzo como el Día Mundial de la Rehabilitación, para que gobiernos, organizaciones civiles, medios de comunicación y sociedad en general reflexionen sobre sus contribuciones en este campo.
La rehabilitación, hasta antes de empezar a hablarse del modelo social de la discapacidad, donde se orienta al abordaje de demandas de las personas desde la perspectiva de los derechos humanos, enfatizaba en los aspectos médico-biológicos. Por lo que la acción se vinculaba predominantemente a centros hospitalarios y asuntos de salud, pero en los actuales tiempos, cuando ya existen criterios más amplios, la acción se plantea bajo otros enfoques.
Comprende, por supuesto, acciones en salud pero trasciende a la atención psicológica, la educación comunitaria y la promoción e inclusión laboral; es decir que se aborda la situación de vida de las personas de forma integral. Por ello, los criterios aplicados a la rehabilitación comprenden la intervención de equipos multidisciplinarios: médicos, terapistas, psicólogos, trabajadores sociales, educadores, capacitadores laborales, entre otros.
Los nuevos enfoques de la rehabilitación de las personas con discapacidad involucran a todos los sectores de la población.
Los médicos y terapistas, porque se deberá superar una condición de salud que genera una deficiencia física, sensorial, intelectual y psicosocial. El psicólogo, porque deben trabajarse los efectos emocionales de una situación de vida desconocida y que conlleva desventajas. Así los demás profesionales, pues tendrá que impulsarse un fuerte trabajo en la educación comunitaria y la inclusión laboral de las personas.
Como se puede observar, los nuevos enfoques de la rehabilitación de las personas con discapacidad involucran a todos los sectores de la población y, en la medida que cada uno haga lo que le corresponde, estará contribuyendo con un proceso sumamente importante para su inclusión social. Debe tenerse en cuenta que en la medida que no se generen condiciones favorables para la participación de las personas con discapacidad, no se estará dando cumplimiento a los objetivos bajo las cuales se realiza esta declaración.
