El artesano es quien utiliza sus manos para lograr una obra en la cual pone no solamente su conocimiento, sino que aporta su ingenio y laboriosidad en cada uno de sus productos.
El Día del Artesano se celebra internacionalmente el 19 de marzo, día de San José, padre de Jesús, quien ejerció el oficio y el arte de la carpintería.
“El artesano es muy importante en la sociedad, porque preserva conocimiento y técnicas transmitidas de generación en generación, para elaborar productos que son útiles y bellos”, dice Mario Velásquez, quien se dedica a la comercialización de artesanías.
César Xiloj es un artesano procedente de Momostenango, Totonicapán, aprendió de su padre, Teodoro, a elaborar productos de lana: ponchos, alfombras y sarapes. Tiene un puesto de venta en el Mercado de Artesanías.
“Aunque la pandemia nos ha afectado, nuestros clientes en el extranjero, principalmente de Europa y Estados Unidos, nos han ayudado a sostener el negocio”, explica Xiloj.
Doña Emma Echeverría, arrendataria del Mercado de Artesanías, dice que la venta disminuyó con la pandemia, pero que se está recuperando.
Cuando la artesanía es arte
Julio Molina tiene su taller y su puesto de venta en el Mercado de Artesanías. Los productos que elabora constituyen una prueba de que el ingenio y la inspiración permiten que la artesanía se convierta en arte.
“La imaginación y la creatividad nos conducen a elaborar productos que no se hacen en serie, sino que cada uno de ellos es único, por lo que contiene y por lo que representa. Satisfacen ciertas características estéticas por las que son apreciadas, tanto local como internacionalmente”.
A causa de la originalidad de sus productos, Molina tiene un sitio web vinculado a la publicación internacional de National Geographic, lo que le ha permitido acceder a mercados de Europa y Estados Unidos.