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El Atlético de Madrid le demostró al Manchester United que desde hace una década son mejores, que la grandeza no se mide en millones y que un equipo es más que un conjunto de individualidades. Con un cabezazo de Renan Lodi y una actuación en bloque, los del Cholo eliminaron al United en Old Trafford (0-1) y jugarán los cuartos de final de la Liga de Campeones. Antaño, una sorpresa; ahora, la realidad.
El tanto de Lodi fue suficiente para desnudar las carencias de un equipo pobre, raquítico y que solo confía en Cristiano como medicina. Eso, contra un Atlético que compensa la falta de brillo con inteligencia, pelea y bloque, fue mortal. El United no fue grande en una noche propicia para ello, porque hace mucho que dejó de serlo.
Y eso que durante muchos minutos maniató al Atlético, incapaz de dar tres pases en el centro del campo, pero su dominio se topó con la cabeza de Jan Oblak, cuando Anthony Elanga ya acariciaba el 1-0. Un pase horizontal de Bruno Fernandes que el sueco cazó a boca de jarro. La sacó el esloveno sin saber cómo, pero la sacó.
El partido se igualó a ocasiones, con el dominio permanente del United y un Cristiano envalentonado, enchufado, crecido contra su gran rival, pero muy lejos del área. El portugués caía demasiado a la banda, ofrecía muchos apoyos, pero no estaba donde se le necesitaba, en la posición del nueve.
Desdoble de Griezmann al lateral, centro al segundo palo y Lodi, libre de la marca de Diogo Dalot, remató sin oposición para el tanto de la clasificación.