El jefe de Estado, Alejandro Giammattei, lo ha dicho claramente durante el tiempo que lleva al frente del Organismo Ejecutivo: “La unión nos hace fuertes e invencibles”.
La suma de esfuerzos de la cual habla el Presidente es válida para cualquier gestión y él lo sabe y aplica. Por eso no extraña que las alianzas estratégicas interinstituciones e intersectoriales marquen la dinámica de la actual administración.
La Gran Cruzada Nacional por la Nutrición o el Plan Nacional de Vacunación son ejemplo de que unidos, Gobierno, empresarios y ciudadanos, se hace posible lo aparentemente imposible.
Las giras nacionales presidenciales iniciadas el año pasado, por medio de las cuales el Gabinete de Gobierno, alcaldes y gobernadores lograron impulsar un crecimiento económico histórico, tanto comunitario como general, es otra prueba de lo que implica apostar por un mismo objetivo.
Estas alianzas interinstitucionales con las 340 municipalidades del país se han convertido en una estrategia clave, por muchas razones, pero basta con citar tres: la coordinación y empatía entre autoridades locales y el Organismo Ejecutivo; definir, corregir y ejecutar los proyectos que permitirán el crecimiento individual y comunitario, y el fortalecimiento del poder de los concejos.
De esa cuenta, no es extraño que la alianza entre el Gobierno y las comunas haya impulsado el crecimiento económico y social, puesto que de manera conjunta se ha promovido la creación de infraestructura productiva, lo cual ha generado empleo y aumentado la inversión en las comunidades. Dicha coordinación también ha implicado que se acelere la gestión de obras y, por
consiguiente, la ejecución del presupuesto.
Desde el 17 de febrero pasado, el mandatario ha realizado ocho visitas a igual número de departamentos. En cada una de ellas ha constatado que inversiones estratégicas en materia de salud, infraestructura vial, educación, electricidad, sanidad y agua potable se priorizan, porque sabe que ese es el camino para alcanzar el crecimiento y el bienestar general.