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La Federación Mexicana de Futbol anunció ayer que, durante un año, el Querétaro jugará a puerta cerrada sus partidos como local y pagará una multa de un millón y medio de pesos mexicanos, unos 75 mil dólares, por los actos de violencia del pasado sábado durante el encuentro contra el Atlas.
La asamblea de dueños de clubes también decidió quitar la afiliación a la directiva del Querétaro, al que se dio el partido por perdido contra el Atlas por 0-3.
26 heridos, el saldo de la trifulca entre seguidores de Atlas y Querétaro.
El presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Yon de Luisa, comandó la reunión de los jerarcas de la Liga, que confirmó el veto a la barra de los gallos por tres años en el estadio de su equipo y uno en partidos como visitante. La hinchada del Atlas, campeón de Liga, también recibió castigo.
“El Grupo de Animación de Atlas está impedido para asistir a los partidos que juegue el club, en calidad de visitante, durante los próximos 6 meses; es decir, del 8 de marzo al 8 de septiembre del 2022”, anunció la Federación en un comunicado.
El pasado sábado, los seguidores de Querétaro y Atlas protagonizaron una multitudinaria pelea que comenzó en las gradas, fue a parar a la cancha y provocó 26 heridos, entre ellos, un hincha que perdió un ojo.