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Sevilla, EFE.- El Eintracht de Fráncfort ganó por 1-2 en el Benito Villamarín en la ida de los octavos de final de la Liga Europa y se va con ventaja a Alemania para la vuelta, aunque esa diferencia pudo ser mayor contra un Betis que salió vivo gracias a unas paradas del chileno Claudio Bravo en la segunda parte, con las que palió el falló que tuvo en la primera en el gol que inauguró el marcador.
El conjunto verdiblanco, que acumula ya cinco partidos seguidos sin ganar entre las tres competiciones, nunca encontró el rumbo bueno para superar a su rival, en el que el colombiano Rafael Borré desperdició un penal para el 1-3 y otros remates solo frente a Bravo.
La cita de Sevilla fue afrontada por el equipo de Fráncfort como una nueva revalida a las buenas sensaciones que dejó al superar en la última jornada de la Bundesliga a domicilio al Hertha Berlín por 1-4 y después de que perdiera en la anterior como local ante el todopoderoso Bayern (0-1), pero también con un juego que dejó un buen sabor de boca, lo que paliaba algo la mala trayectoria que lleva en el torneo doméstico.
Su entrenador, el austríaco Oliver Glasner, utilizó de salida en la punta a Rafael Borré ante la ausencia por sanción del portugués Gonzalo Paciencia, y repitió con Ansgar Knauff por la banda derecha y por la izquierda con el serbio Filip Kostic, con lo que la idea era la de no especular pese al partido de la próxima semana en Alemania.