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Debido a la importancia cultural de la Cuaresma y Semana Santa en Guatemala, esta se declaró Patrimonio Intangible de la Nación desde 2008 y, actualmente, se tiene un expediente ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para que esta festividad religiosa sea nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La solicitud fue hecha en marzo de 2021 por el presidente de la República, Alejandro Giammattei.
La Semana Mayor es trascendental para los guatemaltecos por los valores culturales, artísticos y religiosos de la conmemoración, ya que, históricamente, relata Miguel Álvarez, director del Museo Nacional de Historia, durante más de cuatro siglos ha sido un punto de convergencia en el que las raíces mesoamericanas y españolas, se unen.
“La Semana Santa debemos verla como una expresión cultural de Guatemala manifestada a través de múltiples tradiciones o elementos comunes.” Miguel Álvarez Director del Museo Nacional de Historia
También los sentimientos afloran, porque, de acuerdo con el profesional, en este tiempo muchos evocan la infancia con sus abuelos, padres y tíos que los llevaban a ver las procesiones y vivir las devociones, entre otros.
Las sensaciones
El historiador explica que esta época une a las familias y a las clases sociales, que no sucede en un solo lugar, sino en todo el país y que es una satisfacción para los cinco sentidos.
Lo visual se caracteriza por los colores de la naturaleza misma, como las jacarandas, las buganvilias, los matilisguates, los cielos azules, las alfombras con sus mezclas de colores fuertes, los adornos de las andas, las flores de los altares, las ofrendas, los ramos y las túnicas. Asímismo el olfato, por la sensibilidad en el aroma del corozo con el jocote de marañón y el incienso, entre otros.
El gusto se percibe en esta temporada al saborear los pescados envueltos en huevo, con salsas, curtidos, empanadas con los refrescos de súchiles, el chinchivir, las torrejas, los molletes y los garbanzos en miel.
En la parte auditiva se mezclan distintos elementos como la música de cámara, del tzijolaj, el tambor, el pito y las bandas.
También el tacto, porque se toca el bolillo del anda, la túnica de la virgen o la de Jesús y la imposición de ceniza.