M.Sc. Guillermo de León Sosa
Consultor Individual
Dirección de Investigación y Análisis para el Desarrollo Institucional.
Por lo expuesto anteriormente, las actuales bibliotecas no
pasarán desapercibido que parte de sus funciones están ahora enfocadas a apoyar la amplia difusión de los conocimientos creados por la humanidad, acorde a sus áreas temáticas, reconociendo la proliferación de medios para conservar el acervo cognitivo, gracias al surgimiento e influencia de las nuevas tecnologías de la información, visibilizando su importancia, sobre todo en esta época de crisis sanitaria en donde se pone en juego el futuro de los estudiantes.
El modelo de Nonaka y Takeuchi para impulsar la conversión del conocimiento tácito al explícito explica que: cuando trasladamos un conocimiento tácito de manera verbal a una o más personas, la denominan la acción de “Socialización” del conocimiento. Cuando es transferido el conocimiento tácito a un medio para su conservación y socialización, la modalidad la identifican como “Externalización” del conocimiento.
Las bibliotecas tienen un espectro mucho más amplio.
Asimismo, la información que se copia de un medio físico a otro igual (papel, superficie magnética o electrónica), conservando su contenido intacto, es denominado por el modelo, la “Combinación” del conocimiento.
Leer un texto, escuchar un audio o ver un video representa la modalidad de “Internalización” del conocimiento. Nonaka, I; Takeuchi, H (1995), The knowledge creating company: how Japanese companies create the dynamics of innovation, Oxford University Press, New York.
En consecuencia, las bibliotecas tienen un espectro mucho más amplio para protagonizar su participación en la Economía del Conocimiento localizando, propiciando, conservando y divulgando los resultados cognitivos del ser humano en las múltiples redes de comunicación, de manera íntegra, veraz, completa y oportuna.
En conclusión, la prestación de los servicios bibliotecarios se trasladará cada vez más del mostrador a plataformas de gestión de información, sistematizadas en formato digital, y el crecimiento de usuarios digitales, buscando orientación en línea, es ya la tendencia que ineludiblemente demandará mejoras para continuar con el protagonismo de estas organizaciones del saber y seguir siendo las impulsoras del desarrollo académico en la producción y consumo de conocimientos estructurados y legitimados por sus reconocidos autores.