Ana Contreras
asesora legal Agexport
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La dinámica de funcionamiento y la forma de operación de las empresas cambió y fue impactada debido a la crisis suscitada por la pandemia del Covid-19. Sin embargo, a partir de 2021 la economía mundial se está reactivando y nuevas oportunidades como el nearshoring están llegando a la región latinoamericana como una apuesta de crecimiento para nuestro país.
Hemos demostrado ser un país resiliente, con una localización geográfica privilegiada, alta capacidad innovadora y un talento humano competitivo, posicionándonos en punto estratégico e ideal para atraer nuevas inversiones.
Todo proyecto de inversión requiere de una opción de financiamiento eficiente y de valor.
En la actualidad, muchas empresas extranjeras han puesto sus ojos en Guatemala, y están interesadas en trabajar con socios locales para producir y comercializar nuevos productos y servicios como medicamentos, higiénicos, cosméticos, entre otros.
En este sentido, el rol de las pequeñas y medianas empresas es crucial, ya que son los aliados estratégicos idóneos para trabajar con los inversionistas, no solo porque conocen el contexto local debido a la afinidad cultural, sino por ser expertos de sus industrias y disponen de la capacitad de ofrecer productos y servicios de alta calidad.
Las oportunidades están; no obstante, aún hay grandes desafíos para afianzar estas alianzas. Uno de ellos, el acceso a financiamiento, factor primordial necesario para la expansión y consolidación de las pymes, ya que hoy no cuentan con suficientes fuentes de capital para llevar a cabo estos proyectos de expansión, lo cual limita su capacidad de negociación.
El mercado financiero ofrece distintas alternativas de financiamiento, quizás no siempre las más idóneas, por lo que aquí, la educación y asesoría financiera son cruciales para tomar decisiones sobre cuál es el correcto mecanismo para la capitalización.
Es importante preparar y disponer de un prospecto de proyecto y empresa que permita que se presente la operación de la mejor manera a posibles fuentes de financiamiento e inversión. Por otro lado, se debe disponer de información actualizada sobre las alternativas existentes incluyendo fondos privados, públicos, nacionales o incluso internacionales.
Por su parte, las entidades financieras deben estar contextualizadas sobre las actividades productivas de las pymes, su potencial de negocio para la consolidación de nuevas inversiones, adaptando productos y servicios a su medida, promoviendo financiamiento a través de nuevos instrumentos y opciones financieras que faciliten el comercio.