Fiorella Arita
Pasante universitaria de las Naciones Unidas Guatemala.
[email protected]
La justicia social es una equidad humanitaria y que va más allá de una
justicia legal. Busca el equilibrio entre el bien común y el bien personal, es parte del respeto a los derechos humanos apoyándose en normativas y leyes que garanticen su práctica.
Como actitud de sociedad, tenemos la responsabilidad de contribuir con la justicia social, apoyando la enseñanza de los niños y adolescentes que contemple el conocimiento y práctica de los derechos humanos, como normas universales y aplicables a todos por igual sin límite de tiempo, ni condiciones socioeconómicas.
Los sistemas educativos deben apuntar a lograr una educación inclusiva, equitativa y de calidad con respeto hacia las ideologías políticas, religiosas y culturales.
El 20 de febrero se celebra el Día de la Justicia Social, derivado de una declaración de 2008 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
El conflicto de una justicia social se da en todo el mundo. A menudo, esta conlleva a la violencia entre individuos, grupos y países. Debemos ser conscientes de que la discriminación es una injusticia que nos afecta a todos como seres humanos, los cambios de mentalidad sobre este tema son indispensables para mantener una equidad social. Se ha visto en diferentes experiencias que las condiciones de pobreza son un factor en medio de la injusticia social.
Las personas en estas condiciones se ven limitadas al acceso de bienes en diferentes lugares del planeta.
Los efectos provocados por la pandemia de Covid-19 también fueron un factor de desigualdad. Guatemala es un país con una amplia economía informal y eso produjo que el acceso a bienes y servicios no fueran equitativos durante este periodo.
La injusticia social reduce las posibilidades de gozar de un buen nivel de vida. También conecta y reproduce otras injusticias sociales como el acceso a la educación de calidad igualitaria entre otros problemas sociales.
El Día de la Justicia Social es una oportunidad que nos da la resolución de las Naciones Unidas, pues encaja muy bien con el propósito de la Agenda 2030 que busca no dejar a nadie atrás. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus 169 metas están orientadas a alcanzar más de 230 indicadores que fortalezca la reducción de injusticias. El ODS 10 se refiere a la disminución de desigualdades, alguna forma de comprenderlo mejor es con la distribución de la riqueza; podemos ver que la diversidad de las personas pueda implicar diferentes formas para progresar.
Otros ODS que destacan buscar la justicia social: fin de la pobreza, salud y bienestar, igualdad de género, paz y justicia. Todos para la construcción de un desarrollo sostenible. La Organización de Naciones Unidas propone una justicia social porque es indispensable para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones y entre ellas.
Otra expresión de desigualdad se puede observar en los salarios por género. Se sabe que la efectividad en el trabajo de los hombres y las mujeres es igual, pero eso no se refleja en los niveles de remuneración. En varias mediciones en el sector industrial, agrícola y servicios se ha podido examinar el rezago de las mujeres debido a factores discriminatorios, incluso afectando a sectores poblacionales considerados vulnerables. Todas las desigualdades limitan las oportunidades económicas, políticas y sociales.
Además, todos somos responsables de mantener y construir cada día la justicia social y cada persona puede contribuir a su objetivo; les invito a pensar en acciones de mejoras individuales y colectivas que les lleve a mejorar y potenciar sus familias y comunidades, sobre todo aquellas acciones que como sociedad estamos fallando.
Cada uno es parte fundamental para crear un desarrollo humano y sostenible. Si quiere conocer más sobre el tema y de los ODS le invito a entrar al sitio de las Naciones Unidas en Guatemala en Guatemala.un.org. También puede conocer las oportunidades para realizar pasantías, voluntariado y plazas vacantes, así podemos unirnos al esfuerzo global de la Agenda 2030 de no dejar a nadie atrás.