Apartir de febrero, el Laboratorio Nacional de Salud (LNS) podrá efectuar entre 2 y 3 secuenciaciones al mes para detectar la variante del virus SARS-CoV-2 que predomine en el país, con el objetivo de que en un tiempo prudencial las autoridades tomen las medidas pertinentes.
Según los procesos técnicos, el LNS antes de secuenciar, analiza las muestras y realiza un tamizaje para saber si se tiene una variante de preocupación. Hasta la fecha, las variantes de preocupación son cinco: alpha, beta, gamma, delta y ómicron, las cuales tienen el sublinaje BA.2 con un 30 por ciento más de capacidad de contagio.
El director del LNS, César Conde, indicó que Estados Unidos donó el secuenciador y equipos complementarios para trabajar la vigilancia genómica y así determinar las citadas variantes.
Agregó que es necesario “que la población se entere de que estamos haciendo todo nuestro esfuerzo por equiparnos bien y crear un grupo multidisciplinario que pueda trabajar la información de
secuenciación”.
Señaló, además, que uno de los beneficios de la secuenciación es el tiempo, ya que los informes se tendrán en ocho días, ganancia que da margen a que el Ministerio de Salud pueda tomar decisiones tempranas.
Como parte de la vigilancia genómica, no se descarta enviar muestras a otros países para comparar con otros laboratorios y así tener más certeza. El aparato coadyuvará con el avance técnico del diagnóstico de otros causantes de enfermedades, se explicó.
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Muestras serán trabajadas, de 2 a 3 veces al mes.