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David Lepe
Algunas personas tienen como misión en la vida preservarla, ante todo, con responsabilidad y libertad. Para otras su misión es crecer emocional y espiritualmente, tal vez con un ser creador como guía, con el objetivo de encontrar la felicidad.
Pero hay otra especie de individuos que el medioambiente, la dignidad e, incluso, la vida misma, no son prioridades en su razón de existencia.
Este subgrupo de seres humanos sueña con otro tipo de logros, esos que cualquier persona tal vez lo ha imaginado en más de alguna ocasión, pero segundos después se justifica con un: “Eso es imposible” o “me rompería la cara”.
Este subgrupo de seres humanos sueña con otro tipo de logros.
Me refiero al elenco de Jackass, esa serie con tintes suicidas que se convirtió en saga fílmica, y que ya estrenó su cuarta película (Jackass Forever). Para ellos no existe reto imposible. Si alcanzan la meta o no, eso está de más. La aventura del camino, el esfuerzo y el salto heroico al vacío son su misión, su éxtasis. “Si te vas a preparar para algo, prepárate para fracasar”, afirman ellos.
Payasos, bufones, torpes, cretinos, estúpidos… así han sido catalogados estos seres creativos que no le temen a la sangre, las fracturas o las cirugías reconstructivas.
La empatía que siento por Jackass nació de inmediato, desde el primer episodio que vi en 2000 por MTV. Tal vez me gusta tanto porque, hace años, yo también fui un Jackass, o una especie de prototipo. Con amigos nos lanzábamos con nuestras bicicletas a cipreses u otros arbustos para que nos sostuvieran, en teoría.
También fingíamos peleas en la calle, así uno del grupo soltaba la carrera para chocarse “accidentalmente” con un poste o un cartel, haciéndolo sonar como si su cara había estallado.
Las personas se asustaban y se acercaban para ver el supuesto rostro desfigurado de quien quedó derribado en el suelo. Segundos después el falso moribundo se levantaba y se alejaba caminando, como si nada. Era divertido, repito, en teoría.
Si hubiéramos grabado en video nuestras hazañas, tal vez nos habríamos convertido en los “primeros Jackass”. Claro, no sé si en la actualidad estaríamos preparándonos en una alfombra roja para estrenar un cuarto filme, o muertos.
Aunque siempre nos hará falta Ryan Dunn, en Jackass Forever veremos el regreso de los viejos amigos Johnny, Steve-O, Chris, Dave, Wee Man, Ehren y Preston, más nuevas caras.
En esta cuarta película volveremos a disfrutar a hombres caer, dientes volar y cuerpos destrozarse, entre otras actividades recreativas. Pero, como dice la famosa canción de Roger Alan Wade, que se ha convertido en himno de Jackass: “Si vas a ser tonto, debes ser fuerte”. Te recomiendo que apliques eso a todos los aspectos de la vida, querido lector.