El chileno Alexis Sánchez, con un gol en el último segundo de la prórroga, le dio ayer un triunfo por 2-1 al Inter de Milán contra la Juventus y entregó al cuadro interista la sexta Supercopa italiana de su historia.
El delantero chileno anotó el gol decisivo, al aprovechar un error del brasileño Alex Sandro, cuando el técnico de la Juventus, Massimiliano Allegri, pedía a gritos que sus jugadores hicieran una falta táctica para permitir la entrada al campo de Leonardo Bonucci, en vista de una tanda de penales que finalmente fue evitada en el último suspiro.
La Juventus, en la que Dybala arrancó como suplente, para no arriesgar sobrecargas, tuvo el mérito de salir viva de la tormenta ofensiva interista y, a los 25 minutos, en su primera oportunidad clara, el español Álvaro Morata colgó un centro que McKennie envió al fondo de las mallas de cabeza.
Pudo ser un golpe psicológico para el Inter, pero los hombres de Simone Inzaghi no perdieron la calma, recuperaron el mando del balón e igualaron antes del descanso, gracias a una pena máxima conseguida por el bosnio Edin Dzeko, por una falta de Mattia De Sciglio y transformada con potencia por Lautaro Martínez.