Consejo Editorial Conadi
Cada año muchas personas establecen metas por alcanzar, lo que es valorado como una sana práctica, porque es un aliciente para seguir adelante; más aún en una fase de la historia donde hemos vivido en medio de la pandemia, que ha dejado pérdidas humanas y materiales.
Quizá usted fue de las personas que hicieron un recuento de la consecución de metas; si las logró, enhorabuena, pero si no las alcanzó, esta es una oportunidad para replantearse los objetivos acordes a nuestra realidad. Una de las recomendaciones de psicólogos es no deprimirnos al no alcanzar una meta en determinado tiempo, sino valorar los avances obtenidos. Debe tomarse en cuenta que existen factores ajenos a nuestra buena voluntad que inciden en la consecución de nuestros objetivos, como la economía, la salud y la priorización de imprevistos.
Este sistema de lectoescritura táctil, tuvo un largo proceso de aceptación.
Los psicólogos recomiendan no basar nuestras metas en referentes efímeros, como los que proliferan en las redes sociales, quienes muestran solo el lado amable de la sociedad. Más allá de las metas cortoplacistas o de mediano plazo, trascienden los propósitos a favor de la sociedad. Un claro ejemplo fue el proyecto que a lo largo de su vida desarrolló Louis Braille, persona con discapacidad visual, que adquirió tal condición a temprana edad producto de una infección en los ojos. Su familia consideró que no podría desenvolverse y no aprendería a leer ni a escribir. Sin embargo, a sus 10 años, Brille ingresó en el Instituto Nacional para Jóvenes Ciegos de París, Francia, donde conoció métodos de aprendizaje rudimentarios y complejos de lectura para personas ciegas, llamándole la atención un sistema denominado Sonograph, que fue usado en la Segunda Guerra Mundial para que los soldados leyeran mensajes en silencio y en la oscuridad.
Braille se empecinó en perfeccionar este método, que es considerado el medio de comunicación por excelencia de las personas ciegas. Este sistema de lectoescritura táctil tuvo un largo proceso de aceptación entre los docentes y personas ciegas, pero nos demuestra que el objetivo de un joven ciego ha determinado el propósito de vida de muchas otras personas con la misma condición. Como sociedad, debemos trazarnos objetivos que trasciendan a lo largo de la historia, mejor aún en beneficio de los más vulnerables.