Las cifras hablan por sí solas. Alcanzar el 7.5% del producto interno bruto (PIB) y mantener la inflación en 3% no es una casualidad. Es indiscutible que la implementación de estrategias y herramientas acertadas por parte del Gobierno de la República, con apoyo de la iniciativa privada, ha contribuido en la estabilidad macroeconómica del país.
Es de destacar que el PIB no había superado las expectativas por más de cuatro décadas, pero en 2021 rebasó las estimaciones previstas. Por tanto, el ministro de Finanzas, Alvaro González Ricci, ha sido optimista en confiar que ese panorama continuará en 2022.
Es más, las calificadoras de riesgo también han visto con buenos ojos la baja del déficit fiscal al 1.2% y, con ello, la imagen del país es más atractiva en el ámbito mundial para abrir la puerta a más y nuevos negocios.
Con todo lo anterior, la buena noticia es que, a pesar de la pandemia, la recaudación tributaria también rebasó las metas establecidas y, al llegar a los Q78 millardos, se presenta una liquidez para alimentar el presupuesto 2021, sin necesidad de más endeudamiento.
Ahora se inicia este nuevo ciclo, con un saldo de caja de Q12 millardos, para arrancar con las obras desde estos primeros días de enero. La situación de las arcas nacionales permite contar con los fondos para el cumplimiento de los compromisos del gobierno de Alejandro Giammattei.
Cabe señalar otro aspecto, que el ministro González Ricci ha recalcado, el ejercicio del Presupuesto Abierto ha generado mayor transparencia, ya que más personas e instituciones han participado en la propuesta.
Sin lugar a dudas, 2021 fue un buen año para la economía nacional, y 2022 va por buen rumbo, aunque todavía queda un largo camino por recorrer.