Dr. Jorge Antonio Ortega G.
Las amenazas asimétricas, las fuerzas antagónicas, las presiones y todos sus
derivados y conexos, al integrar sus esfuerzos cuajan en el Crimen Organizado, como una plataforma para el accionar ilícito en la región centroamericana, lo cual dificulta su estudio y su análisis, por lo que es necesario observar en forma individual cada fenómeno que lo integra, aunque se les enfrente en forma integral.
De las amenazas presentadas, la de mayor evolución y transformación recae en las pandillas juveniles que debido a su proliferación, estructura y extraterritorialidad requieren de un tratamiento especial de fondo, que elimine de raíz sus causas y permita diluir su presencia en la sociedad centroamericana como una amenaza tangible y asimétrica en crecimiento constante y desproporcionado. El narcotráfico encontró en la región todo lo necesario para su pervivencia, clima apropiado para el cultivo, cosecha, procesos diversos, comercialización, transporte, consumo y otros. Las capacidades del narcotráfico y actividades conexas hacen vulnerable a los Estados, los cuales se ven infiltrados y erosionados en función de su actuar frente a esta amenaza que afecta al hemisferio occidental en su conjunto.
Su impacto es directo en las estructuras de poder, debido a su capacidad económica y sus mecanismos de reclutamiento. El haberse enquistado en las instituciones y en la sociedad hace de su enfrentamiento una incógnita que debe resolverse con creatividad, disciplina de innovación, con suficiente fuerza coercitiva, política, judicial y financiera. Se necesita unidad de criterio político y judicial a nivel regional para enfrentar este tipo de amenaza asimétrica, fortalecer el sistema de seguridad, justicia y penitenciario, que permita un accionar cero tolerancia con respecto al narcotráfico en cualquiera de sus manifestaciones en el territorio y espacio centroamericano. El terrorismo, por su capacidad global, es una amenaza asimétrica, que está latente, no se puede descartar desde ninguna perspectiva, su neutralización depende de la capacidad de vigilancia, controles y capacidad de respuesta a los indicios de sus actividades en la región.
Si el terrorismo encuentra nicho en el narcotráfico, se activa como un binomio que su accionar sobrepasa las prevenciones, los mecanismos de seguridad y defensa de los Estados. Por lo que es necesaria la intercomunicación de información, alertas tempranas y la cooperación, nacional, regional y global de agencias de inteligencia para su detección, disuasión y aplica en su totalidad para la seguridad y defensa del hemisferio occidental.
Las amenazas asimétricas tienen expresiones arcaicas de los movimientos guerrilleros en los extremos de la región, que para su subsistencia han desarrollado alianzas con el narcotráfico (narcoguerrilla) y con el crimen organizado, que les proporciona insumos de pervivencia a través de extorsiones, secuestros y otros. Lo que genera núcleos de tensión entre los gobernados y gobernantes, debido al deterioro de los Estados para enfrentar a las fuerzas antagónicas. Lo complejo de esta situación recae en las agendas de seguridad y defensa de los Estados que se encuentran enfrentados a estas amenazas en forma individual, haciendo prevalecer la normativa de “la ropa sucia se lava en casa” y la aplicación de paradigmas obsoletos de no permitir ayuda o cooperación externa para solventar problemas domésticos, que al final afecta a todos en su conjunto.
Por lo anterior, se requiere de un nuevo diseño de defensa y seguridad que le permita la pervivencia de las naciones, de fortalecimiento de los estamentos democráticos, la consolidación de los procesos de paz, la unificación de bloques comerciales y la unidad política entre otros.
Una nueva arquitectura, que permita soportes externos, conectores permanentes, vinculaciones múltiples y otros mecanismos de interconexión que faciliten la comunicación a lo largo y ancho de las estructuras responsables de la seguridad y defensa de los intereses estratégicos en común. ¡Feliz y prospero año 2022!