Frank Gálvez
Locutor y periodista [email protected]
Finalmente, y después de una enorme cantidad de experiencias, estamos llegando a la conclusión de otro año: metas, anhelos, triunfos y desilusiones nos envuelven, para hacernos meditar en una suerte de recapitulación que nos prepara para el porvenir. Diciembre siempre reenfoca el sentido de identidad, pues debajo de la superficie festiva obliga a darle una nueva perspectiva a la vida, separando el “entonces” del “ahora” de una forma íntima. Aunque nadie cambia de la noche a la mañana, las fiestas de fin de año cristalizan el sentido del progreso en la vida. Muchas personas empiezan, incluso, a hacer una lista de propósitos para 2022; personalmente considero que es hora de enfocarnos más en lo que haremos con lo que tenemos, que en lo que aún nos falta.
El problema es un poco más complicado, cuando usted siente que no ha estado a la altura de sus propias expectativas o que la pandemia no tiene fin. Si pasa las noches meditando en estos temas, al menos también dese el tiempo de repasar en todo lo que sí ha hecho, aprendido y logrado durante este año: Su fuerza. Su conocimiento.
La carga sobre sus hombros que lo empuja hacia adelante. Por ello, y para reforzar la sensación de que su vida va por buen camino, sea agradecido con sus bendiciones y rodéese de amigos y familiares comprometidos con la justicia, la compasión y la verdad, que comprendan y aprecien su verdadero yo, y lo respeten por sus logros. El poeta James Russell Lowell escribió lo que pensó que Jesucristo podría decir de la Navidad: “No es lo que damos, sino lo que compartimos. Porque el don sin el dador es soledad. El que por sí mismo da, con su dádiva alimenta a tres: a su vecino hambriento, a él mismo y a Mí”.
”Escribe en tu corazón que cada nuevo día será el mejor día del año“. Ralph Waldo Emerson.
No importa cuáles sean nuestras tradiciones favoritas de esta época, el sentimiento más profundo surge cuando recordamos que todas existen para conmemorar a nuestro Salvador, y nuestras acciones deben reflejar el compromiso adquirido de ser mejores cada día. Igualmente debemos seguir manteniendo las normativas de prevención, y ser disciplinados en su ejecución, por nosotros y nuestro prójimo. Estoy seguro de que de esta situación emergeremos más fuertes moral y espiritualmente. Per Aspera ad Astra. Con estas reflexiones generales quiero agradecerles amigos lectores el acompañarme semanalmente en estas líneas y, asimismo, en mis intervenciones radiales. Su presencia me honra y motiva. ¡Feliz Navidad y próspero año 2022 para ustedes y los que le rodean!
No importa cuáles sean nuestras tradiciones favoritas de esta época, el sentimiento más profundo surge cuando recordamos que todas existen para conmemorar a nuestro Salvador, y nuestras acciones deben reflejar el compromiso adquirido de ser mejores cada día. Igualmente debemos seguir manteniendo las normativas de prevención, y ser disciplinados en su ejecución, por nosotros y nuestro prójimo. Estoy seguro de que de esta situación emergeremos más fuertes moral y espiritualmente. Per Aspera ad Astra. Con estas reflexiones generales quiero agradecerles amigos lectores el acompañarme semanalmente en estas líneas y, asimismo, en mis intervenciones radiales. Su presencia me honra y motiva. ¡Feliz Navidad y próspero año 2022 para ustedes y los que le rodean!